Evanogers One-Shots

¡No más celos!

¿Como es que alguien tan lista como yo, llego a esto? Es la pregunta que me da mil y una vuelta en mi mente.
Si tan solo no hubiese accedido entonces todo seria mas fácil. Siempre lo dije el amor es un tonto juego de niños perdida de tiempo solo lo vuelve a uno mas débil en mi caso patéticamente estúpida.

Todo comenzó ese día, ese tonto día. Ese día en el que decide decir "También te amo".
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—¿Porque me ves así? —Estudie las facciones de Steve.

—Es solo que te ves espectacular.— respondió con su típico tono de caballero de la edad antigua.

—Eso quiere decir que siempre me veo espectacular — Hice manos de Jazz quizá para disimular que estaba mas nerviosa que él. Por ser una cita oficial. —Siempre me ves de esa forma. —agregue.

El sonrió.

—Es inevitable — sus ojos azules se abrieron más.

—¿A donde vamos? — pregunte ansiosa. Nunca me he caracterizado por ser una persona que se resista a las sorpresas.

—Es sorpresa.

Lo fulmine con la mirada pero me límite a subir a su auto. Condujo con la vista fija en la carretera iluminada por las luces neón de las lámparas.

—¿Es tu primera cita desde 1945? — pregunte con el aire de molestar y dejar en claro que no habían nervios.

—Si— respondió haciendo un giro a la derecha. —La primera — sonrió.

Bajamos del auto estacionado frente a "Faul Stars All" el restaurante de ensueños de New York.

Pase mi mano por su brazo al momento de entrar. Adornado con candelabros brillantes, mesas de cobre cubiertas por manteles de seda fina. Las paredes de un rojo vino espectacular.

Me llevo a una mesa del otro lado halo la silla para mi y luego el tomo asiento.

—Pide lo que quieras — sugirió.

Mis dedos cogieron el menú. Para luego centrar mis ojos ambos pedimos una lasaña con  parmesana y vino tinto llamado Star especialidad de la casa.

Todo esto me recordó a Hazel Lancaster y Augustos Waters de ese tonto libro. "bajo la misma estrella" salvo que ellos estaban muriendo. Y Steve es diez veces mas guapo que el chico. Y estoy segura que yo también superó a la chica.

De postre hubo un pastel de limón con una cereza en el centro.

—Esto es perfecto — dije saboreando el postre.

—Era la idea — respondió jubiloso.

Tomo mi mano y eso me altero se activo esa descarga de adrenalina que sólo el me provoca.

—¡Vaya! —sonrie— estas nerviosa.

—Pense que no lo ibas a notar.

—Se despertó mi instinto observador.

Durante la velada toda esa inseguridad se fue de prisa. Mas cuando subimos a la cima de la estatua de la libertad donde la vista era como sacada de una película romántica de los años 70. Perfecta.

Ahí inicio todo. Un par de besos, caricias y palabras lindas y varios te amo sellaron nuestro amor y dieron inició a lo que parecía que casi seria perfecto.

Pero ¿Quien dice que esto del amo es perfecto? Si así fuese seria raro e incluso aburrido pero si seria muy fácil demasiado.
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—¿Porque gritas? —repuso de forma intensa.