Había ya despertado y en mi casa estaba el medio alboroto. ¿Por qué? Pues simple, mis padres y mi hermano pequeño se irán por un año a vivir lejos de aquí, pero como mis estudios están a punto de terminar y ellos no quieren cambiarme porque saben que para mí mi instituto es lo mejor, decidieron dejarme aquí. Pero no todo es bonito como en un cuento de princesas. No. Me dejaron con un niñero. Sí, señores y señoras. Un puto NIÑERO. Me tratan como un chico de diez años y ya tengo 17,apenas y los cumplí éste año pero qué se le va a hacer, ¿no?.
En fin, volviendo al tema importante y principal, mis padres se estaban alistando como locos para tomar su vuelo con destino a su nuevo lugar temporal de trabajo. Estaban tan ocupados y encimismados que no se daban cuenta de que mi hermano se estaba ahogando con el pan que comía.
-¡Rin!-Corrí donde él y le ayudé, pero por alguna razón el pedazo de pan salió pitado a la cara de mamá, quien nos miraba asustada. Intenté no reír al ver su cara de indignada al sentir el pan mojado en su cara.
-¡Chicos!-Nos regañó-¡¿Qué creen que hacen?!
-Me estaba ahogando, mami-Hace puchero el más menor de la sala.
-Ow-Mamá sonrió tiernamente-Tienes que masticar bien, cariño
-¡Amor, es hora!-Gritó mi padre desesperado mirando la hora. Cuando miró a mamá rió levemente- Ve a lavarte la cara, preciosa.
-A eso iba ya. Dile a Eren y sube a Rin al auto mientras voy-Sonríe y va al baño para lavarse el rostro.
-¿Decirme qué?-Miré a mi padre y dejé a Rin seguir comiendo.
-Eeeeem...Que tu niñero llegará hoy mismo a la casa-De pronto, como por arte de magia, tocan la puerta tres veces. Fruncí el ceño y fui a abrir la puerta.
-Hola...-Miré bien al chico parado frente a mí, bastante enano, pero guapo y...serio. Admito que está como para llevárselo a la cama. ¡¡HAY NO!! ¡¡DEJA DE PENSAR EN ESO!!
-Sí, hola. Adelante- Me aparté un poco dejando que aquél individuo desconocido, al menos para mí ya que mis padres lo conocían más al parecer. Sonrió y se adentró a la casa junto a una maleta. Miré extrañado aquella maleta.
-¡Hola, Levi!-Saludó mi padre animado y yo le miré aturdido.
-Papá, ¿A qué va la maleta?-Levi mira a mi padre curioso.
-Veo que no le han comunicado a su hijo aún-Rió burlezco y le miré fulminante. Mi padre rió levemente algo nervioso y tragó saliva, acintiendo levemente-Entonces le diré yo, si me permiten.
-C-claro...
-Me quedaré contigo día y noche para cuidar que no hagas ni una niñería-Dijo con frialdad pero también diversión disfrutando de mi molestia con su presencia.
-¿Qué?...-Gruñí.
-Hey,¡ya vámonos!¡Nos dejará el avión!-Bajó mi madre rápidamente cortando la tensión del lugar. Mi padre ya no estaba, ni Rin tampoco. Al parecer el muy cobarde huyó por miedo a mi reacción. (-.- idiota)- Uh...Ya se conocieron. Bueno, ¡adiós hijoo~!
-Adiós, mamá. Te amo..
-Adiós, tía. Que esté bien-Sonrió el tal Levi.
-Cuídalo, eh-Miró a Levi.
-No se preocupe, lo cuidaré muuuy bien.
Mi madre salió de la casa cerrando la puerta tras de ella y Levi sonrió muy sádicamente.
-Lindo pijama, mocoso...
-¿E-eh?-Me confundí y miré mi ropa. Mierda, mi pijama era de color azul con osos kawaiis. Me sonrojé y corrí a mi habitación- ¡Lárgate de mi casa!
-¡Eso nunca!¡Recuerda que Yo soy el niñero, yo pongo las reglas!-Grita el azabache de forma seria.
Mierda, ahora qué hago.
ESTÁS LEYENDO
~Yo soy el niñero, yo pongo las reglas~ Riren.
Fanfic-No quiero verte con él. -Yo me junto con quién deseo, Rivaille. -Lo siento. Pero ahora no será así. Estás a mi cargo, mocoso. Yo soy el niñero, yo pongo las reglas. -Maldito, amargado. -Me amas. -Ya quisieras, idiota. -Ya lo haces, mocoso. ...