Miedo

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Salí del departamento alrededor de las 8 am, horario en que mi hermano tenia que estar pasando por el Lillie's Victorian Stablishment en la 8va y la 49 era una pintoresca confitería a la que él iba, cuando tenia que ir a revisar una obra.
Llegué y sonreí amablemente a Kathryn, la mesera que solia contarme cuanto le costaba que algun estudio oyera sus covers y la llevaran a la fama.
No me reconoció y me sentí aliviada.
¿Quién reconocería a una chica muerta?
Me senté detrás de la mesa con sillones turquesa, de espaldas a esta.
Entonces el tintineo de la campana de entrada consiguió que mi corazón pegara un salto.
Estaba lista para seguir a León, para comenzar a ser un fantasma en su vida pero cuando lo vi entrar junto a su compañero de escuela quede helada.
Por un instante recordé mi infancia, a mi hermano diciéndome que no tuviera miedo, que los monstruos no eran reales...que él en cambio, si lo era y me iba a proteger...
Lo repetía seguido...
Se sento de espaldas a mi, recorde nuestro ultimo desayuno allí el dia que mi vida terminó.
-L, vas a pagarle eso? En serio? Se llama autocontrol, comprale eso mejor a tu mujer-comentó el pelirrojo, evidentemente hablando de Emma.
-Ya lo se, pense en cortarle la tarjeta pero temo que me mate con las partes del plastico mientras duerma-comentó él y soltó una carcajada.
Apreté los puños, mi hermano no tenia idea de la perra con la que vivía.
-¿Y la casa?- comentó el otro- Te convenció para venderla verdad?
Sentí un hueco en el estómago, mi casa, MI casa iba a ser vendida para pagar las deudas de esa bruja.
-Sigo considerandolo... no entro hace meses, la ultima vez que lo hice... -su voz sonó apagada- bueno, no puedo... veo a Emily en cada rincón.
Mi corazón cayó al suelo y tuve que contener el impulso de voltearme y decirle que estaba viva.
No... era  una fachada...él sabía exactamente lo que me habian hecho.

-Pagaré la cuenta y nos vamos-dijo mi hermano y entonces supe que era mi oportunidad.
Corrí hacia afuera, sin levantar la cabeza y busqué el BMW negro de Leon, levanté el limpiaparabrisas y deje una nota debajo.
Los guantes no me dejaban manejar el papel correctamente pero eran necesarios para mantener el misterio.
Sin huellas no era evidencia.

Los monstruos son reales... y tu me empujaste a ellos...

Rezaba la nota que deje para alejarme un poco, a una distancia prudencial para ver su reacción.
Unos minutos pasaron antes que salieran y se separaran en la puerta, mi corazón saltaba en mi pecho, esto de alguna manera realmente me devolvia la vida.
Vio la nota, la saco y pude ver como la sangre se iba de su rostro al mirar alrededor, buscando... buscandome.
Sonreí de lado y comencé a caminar hacia el departamento cuando alguien colocó su mano en mi hombro y yo quedé helada.
Voltee para ver a Alexei con gesto serio.
-Em... que estas haciendo?
-Paseaba... iba a mi confitería favorita... tu?
-Trabajo, y veo que mi testigo protegída ronda a su hermano y le deja notas.
Demonios
-Me estas siguiendo?-contesté fingiendo indignación, solo eso podia salvarme ahora.
-Si... es mi trabajo. Cuidarte.
Sonreí como estúpida y me di cuenta. Quise golpearme.
Él suspiró.
-Vamonos...quiero hablar contigo seriamente.

Lost in paradiseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora