Lost in paradise

Chances

Vague por las calles hasta que comenzó a oscurecer, estaba más frío de lo que esperaba, por culpa de la nevada que se aproximaba, Febrero, una de las épocas más frias del año en New York.
Entonces vi una pequeña librería, aun tenia unas luces navideñas en la marquesina y se notaba que estaba cerca del horario de cierre por la soledad del lugar.
Ingresé bajo el tintineo de una campana, el lugar tenia un mostrador al fondo, unos sillones con mesas y las paredes recubiertas de estanterias y Libros hasta el techo. Me recordó a la de Tienes un E-mail.
Me senté en uno de los sillones, e intente calentarme cuando un joven alto y apuesto apareció detrás del mostrador.
-¿Vienes a robar?-cuestiono y yo Levante ambas manos en señal de inocencia.
-claro que no... estaba sola y afuera hace frío...-me excuse.
-Esto no es un asilo, es un negocio y si no vas a comprar un libro o muffin, te tienes q--
-¡Thomas!-Dijo una joven saliendo de la misma puerta tras el mostrador- ¿ES EN SERIO? Tu viniste igual y no te eché de mi libreria...
Él refunfuño y salió del negocio.
-Disculpalo, no es de por aqui y le cuesta adaptarse...-Comentó ella y en un instante me pasó una taza de café.
-Es entendible, esta ciudad no es segura...-comenté pensando como volvería a casa de Alexei luego de lo que dije.
-No... en todo el tiempo que viví aquí jamás fui robada... pero puede ser porque amo este lugar y lo defenderia como sea...-sonrió mirando su negocio con orgullo brillando en sus ojos.
Le devolví la sonrisa y terminé el cafe.
-Oye... dime, él tiene la nacionalidad?-cuestione y ella me miró aterrorizada un instante.
-uhm, ehm, no...aun no... pero es de Londres y sus cosas aun no llegan y-
-Quiero saber porque yo no los tengo aún... tuve...complicaciones y necesito un trabajo...tal vez podrias...-dije suplicando.
-oh...-suspiro aliviada- claro... no vendría mal otra persona ya que mi socia se va de viaje, asi que si, puedes empezar luego del fin de semana- sonrió, y estiró su mano hacia mi- Bueno, eres bienvenida ehm...como te llamas?
-Regina...Rinato.-murmure rogando que me creyera.
-Claro... poetico nombre... nos vemos el lunes.-sentenció y sali de alli.

Eran alrededor de las 12 de la noche cuando me animé, congelada como estaba a regresar a la casa de Alexei. Si habia una ventaja es que gracias a los planos de construcciones de mi padre, conocía casi toda la ciudad.
Llegue sin problemas e inspire hondo antes de cruzar la calle y tocar el portero, para pedirle que me abriera.
Apenas toque la puerta se abrió, asi que entre y subi en el ascensor hasta su piso, el 12 temblando.
Había dicho cosas horribles y debia hacerme cargo.
-Entra-dijo en cuanto toque la puerta y lo vi sentado en el sillón, con mi plato y comida servida.
-Queria asegurarme que estuvieras viva, aunque tu no quieras, te deje la cena, hay helado en el coongelador... -comentó sin siquiera mirar y se levanto del sofa- Voy a dormir, tengo que estar a las 4 en la Central...
-Alex...-murmure y solo entonces posó sus ojos en mi- lo lamento...todo lo que dije... fui cruel.
Él dio unos pasos hacia mi.
-No vuelvas a salir sola, si te descubren no sabemos que pasara... mi amigo te esta preparando tus nuevos papeles e identidad, en lo que a mi concierne eres un testigo protegido que debo hospedar... entendido?-Explicó con frialdad y sentí el dolor en sus palabras, lo habia herido.
Cene lo poco que pude, me costaba mucho acostumbrarme a comer y me fui al cuarto de la hermana de Alexei.
Sobre la cama vi entonces un album de fotografías, era de la joven.
Comencé a revisarlo, era una joven rubia y hermosa, parecia realmente una muñeca rusa.
En algunas estaban sus amigas, los padres de ambos, un joven que la llevaba en brazos y Alex...
Se veia guapo... y feliz, pude notar que tenia una luz en los ojos que en el poco tiempo que lo conocía, no había visto.
Tal vez no eramos tan distintos al final...
Levanté la vista y mi alma dejó mi cuerpo un instante al verlo alli parado en el umbral.
-Quería que vieras como era, supuse que la intriga te comeria viva... mira, se que perdiste todo y en parte tienes razón, seguramente si la hubiese salvado, no seguiria siendo ella misma.
Se sentó en la cama junto a mi observando las imagenes y sonriendo con nostalgia.
-Me caes bien, Regina-dijo haciendo énfasis en mi nuevo nombre-de verdad y creo que me gustas.

¿Qué?
-uhm Alex yo...
-lo se, estas confundida y soy como un siglo mayor...-sonrió ladino y me arranco una sonrisa a mi misma- okay... te dejaré descansar.
Me dedicó otra sonrisa y salió cerrando la puerta, guarde el álbum en uno de los armarios y suspire.
A Alexei le gustaba...
Pronto tendría mi nueva identidad.
Entonces decidí que hacer...
O me dedicaba a rehacer mi vida...o a destruir la de ellos.
Recordé a Emma y Leon, se veian felices disfrutando su perfecta vida...
MI perfecta vida...
Queria no odiarlos pero era imposible.

Iba a destruirlos...