You are the smell before rain.

Diez.

Era mi primer día de trabajo y más que nerviosa, estaba asustada.
Tome aire por la nariz lo más que pude y abrí la puerta de la cafetería.

La chica que atendía la caja me dio la bienvenida y me señalo el camino por donde estaba mi jefe.

Él era realmente agradable, charlamos por unos cuantos minutos y luego llamo a uno de sus empleados para que me indicara las tareas que tenia que hacer en el día.

Cuando el chico se acerco, me quede helada viendolo.
Consegui volver a moverme cuando lo escuche decirme que lo siguiera.
Comencé a caminar detras de él intentando parecer lo menos sorprendida posible.

No me esperaba que Jungkook trabajara en un café.
Bueno, en realidad no me esperaba que trabajara. Él actuaba como si fuera una total y completa desconocida.

Hice todo lo que me pidió, limpie las mesas, hice algunos cafés y ayude en la cocina. Termine totalmente agotada.
Intente varias veces hablarle, pero me ignoraba o se iba hacia otro lado. Fue incomodo la mayor parte del tiempo.

Cuando termino el horario y debíamos cerrar la cafetería, me acerque como ultimo intento de hablarle.

-No me esperaba que trabajaras aquí -exclamé pensante y luego reí- bueno siendo sincera, no me esperaba que trabajaras.

Jungkook también río pero solo por un segundo y volvío a su cara seria que para ser sincera, me daba algo de miedo.

-Hace dos años que trabajo en este lugar, no deberías juzgar a las personas por su apariencia -carcajeo algo falso- pero bueno, es tarde y tengo que irme a casa, hasta mañana.

Fue todo muy rápido, la forma en que se despidio y se fue.
Era obvio que no quería hablar conmigo. Y yo no quería dar la impresión de que lo estaba siguiendo pero ambos tomábamos el mismo colectivo por lo cual, íbamos en la misma dirección. Aun así él no volteo en ningún momento del camino.

Por suerte cuando llegamos a la
parada, el colectivo ya se acercaba.

En el viaje me senté en la fila del fondo, Jungkook se quedó de pie, aun que había un lugar libre a mi lado.

Nunca le había prestado atención... quizá, porque siempre había pensado que era un tonto.
Me ganaba bastante en altura y sin el uniforme se veía mucho mas grande, se notaba que hacia ejercicio.

Cuando me percaté lo babosa que estaba siendo, ya me había pasado de mi parada.
Di un salto para bajar del autobus corriendo.

¡Hasta mañana Kook! -le grité antes de salir por la puerta.

Él solo me miro, sin decir nada.

                        **********
No había usado el teléfono en casi todo el día, no me sorprendí al ver que tenía más de veinte llamadas y mensajes de Natasha sin leer.

Suspire cansada y marque su número luego de encerrarme en mi habitacion para poder hablar.

Me atendío al segundo, podía notarse en su voz que había estado llorando.

-Creo que ya debes saber porque te llame ochenta veces hoy -dijo exaltada- Porque todo el puto mundo está hablando de lo mismo.

Era obvio que hablaba del rumor del beso con Tae -Si, ya se todo.

-Mi hermana no quiere volver a verne a la cara, me odia.

-Conociéndote, pensé que se lo ibas a negar.

-Es que jamás lo hubiera hecho para lastimarla. Fue solo un impulso, él estaba mal y fui a verlo. Pero no pasó nada más que un beso, lo juro.

-Mira, está bien. A mí no me debes las explicaciones.