Caminos al pasado

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"Hay un fenómeno científico que describe lo que pasa cuando un objeto esta en movimiento. Tú crees que sabes exactamente que camino tomará y donde terminará. Después, de repente, sin ninguna razón aparente... el arco cambia. Va hacia algún lugar que nunca habrías imaginado. Se llama el Efecto Magnus."

Born to endlees night

Capítulo 2:
Caminos al pasado

Las primeras tres palabras del folio que tenía sobre el escritorio parecían mirarle de manera acusadora mientras caminaba de un extremo a otro de la habitación sin poder dejar de mirar los espacios donde habían estado frascos llenos de líquidos de colores perturbadores e increíbles efectos cuando se mezclaban con otros, espacios vacíos que sabía nadie más que su padre o él podrían notar entre tantos otros objetos y pociones arrumbados en las estanterías.

Su andar habría provocado mucho tiempo atrás que un pequeño felino de rayas grises le siguiera atento ya fuera con sus ojos amarillo-verdosos o metiendo sus patas y cola entre sus pies casi haciéndole caer, pensamiento cargado de nostalgia que le hizo detenerse y buscar un lugar donde sentarse a pensar.

Todo había comenzado bastante temprano, con el gran brujo enfundado en una bata negra haciendo desaparecer frascos tanto vacíos como llenos en medio de llamas azules, siguiendo con manuscritos, libros y herramientas de su propiedad. En un primer momento no entendió que ocurría, estaba algo atontado entre el sueño y la impresión de ver como todo iba quedando un poco vacío -y también un poco más ordenado, estaba notando ahora que miraba con más calma desde el sofá- tentado a noquearlo con su magia para que dejara de destruir el despacho. Eso hasta que comprendió que los estaba trasladando a otro lugar. El sueño se le fue de inmediato sin necesidad de cafeína y tuvo que hacer frente a la realidad: su padre se marcharía tal como le había dicho el día anterior.

Había estado intentado persuadirle sin éxito en el momento en que se lo contó e inútilmente lo había intentado un par de veces más al volver al loft, pero seguía guardando la esperanza de que la almohada fuera quien le hiciera reconsiderar la idea que a su parecer era una locura. Los destellos de colores se encargaron de extinguir esa esperanza con la facilidad con la que se apaga una cerilla al ser soplada, informándole que había mandado las cartas correspondientes al instituto y a Idris, también al Consejo de los Brujos, poniéndoles al día con la situación. Incluso pretendió tranquilizarle diciéndole que iba a mantener su puesto en el consejo, mas todo el resto recaía sobre sus hombros.

A los manuscritos le siguieron libros que estaba traduciendo a diferentes idiomas para que pudieran ser utilizados en los diversos Institutos del mundo. Su padre seguía estrechamente relacionado con los nephilims, incluso cuando el último vínculo más cercano se había roto hacia no demasiado tiempo atrás. Faltaba nada para que su ropa fuese lo último en partir a París por medio de la magia y el argumento se le iba acabando hasta que no le quedó más que resignarse, mirando derrotado desde en medio de la habitación como trabajaba en llevarse sus pertenencias a lo que no le parecía una estancia corta.

En esos momentos había estado pensando seriamente en llamar a Catarina o a Tessa, pero no veía a ninguna de las dos obligándole a quedarse, menos cuando ni él mismo podía hacerlo realmente.

El timbre le hizo salir de sus pensamientos y durante algunas horas logró que su mente se despejara de toda inquietud mientras escuchaba al elegante hombre sobre seelies acuáticas nadando en su piscina semi olímpica, impidiendo que pudiera ocuparla y colocando el agua fangosa y llena de plantas como si fuera ya su hogar. Le acompañó para ver si podía ser solucionado con palabras o de lo contrario utilizaría su magia para devolverlas a su verdadero hogar, tal como aprendió de sus padres. Lo interesante de todo era cómo habían llegado a ocupar la piscina de aquel hombre y hubiera cedido al impulso de su curiosidad si el pago no le hubiera hecho olvidar las preguntas triviales para ponerse en la su tarea y antes del anochecer ya había logrado su cometido. Un par de joyas más cayeron frente a sus ojos e hizo parecer que allí no habían estado nadando libremente media docena de sirenas durante un mes completo.

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⏰ Última actualización: Aug 04, 2017 ⏰

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