Esclavitud 25.

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¡Cuidado!

Las locas contagiamos

la fuerza, el coraje,

las ganas de luchar

y el poder vivir por fin,

sin miedo.

Txus García

Se cortó la cabeza

porque eran demasiados chicles para hacerlo con el pelo

Una vez contó los segundos que tardaba un cigarro en atravesarle

las palmas de las manos

--Sin tocarlas--.


Y hay quien piensa que es Dios

y hay quien piensa que es nadie,

Pero quién no piensa en Grecia. 


Se fue con prisas y no recordaba el nombre de pausa.

A veces prefiere ir con el a con cuidado

porque dice que es lo mismo, 

pero más divertido.

Porque él a veces la llama cautela

y otras no le coge de madrugada. 


Tiene todo lo que le hubiese gustado robar de niña en una juguetería

aparenta que aparenta menos años cuando sonríe,

ha sonreído menos años de lo que aparenta

no aparenta su edad --por lo menos la tercera--.


Es aquella que quiso tanto al mago 

que nunca se atrevió a decirle que 

a veces

desaparecía de verdad

que ya sabía el truco

que ahora necesita saber cuál es la magia

que la devuelve a volver a volver

al  jardín a escarbar los huesos que enterró

como una perra que no ladra.


la última vez que le increparon

que más podía pedirle a la vida

ella, 

que todo lo tiene

--desordenado--

que nada le falta

--por perder--

se puso muy seria

y llevándose las manos a su caja de música torácica

Contestó:

Corazón, no tengo libertad. 



--Nadie entendió a cual se refería

así que volvieron a decidir por ella--.

Grecia - IrenexDonde viven las historias. Descúbrelo ahora