Capítulo I

6 0 0
                                    


- Buenos días, hoy empezamos con una noticia de última hora, la multinacional Liban se expande, mientras Sander cae poco a poco, ¿ serán capaces de impedir ser absorbidos por la creciente multinacional? En unas horas un profesional nos dará su punto de vista sobre el tema y lo que perjudicaría que una gran empresa como Sander desapareciese del mapa.- escuchaba las noticias mientras me terminaba las tostadas, mi padre quitó la tele cabreado.

- Van a saber ellos mejor que yo que pasa con nuestra empresa- dijo frustrado mientras salía al jardín llamando a alguien, la décima persona desde que se había levantado pasados 10 minutos.

Se sentó en la mesa redonda que había en el porche frente a la piscina, aquella semana había envejecido 10 años de golpe, me daba pena y no sabía que podía hacer para arreglar aquello, supongo que nada, al fin y al cabo me quedaba un año para acabar la carrera y poder ser tomada en serio por alguien en aquel circulo.

- No te preocupes por lo que escuches hija, toda la prensa está deseando que Liban suba porque beneficia a las elecciones que se aproximan y han pensado en hacerlo a través de la empresa más importante- dijo mi madre intentando que no hiciese caso a la prensa, pero sus ojeras y tez pálida me decían que precisamente no era todo mala prensa- Por cierto cariño, ¿ os importaría a Jace y a ti ir a presidir la gala benéfica de esta noche? tan solo es una exposición del nuevo pintor francés Volaire, me haríais un favor enorme, necesito alejar a tu padre de los medios y yo quiero descansar.

- Mamá no puedes organizarle la vida a Jace con tu agenda, a mí lo entiendo porque soy tu hija, pero él no está obligado a hacerlo- contesté terminando de un trago el zumo de naranja.

- Solo lo decía porque no fueses sola, bueno y que sois una de las jóvenes promesas, me sentí tan orgullosa cuando nos dijisteis que estabais juntos, además sus padres siempre han sido muy amigos de esta familia, si no fuese por el juez Regan tu padre estaría en el hospital con parada cardiaca- dijo mi madre forzando una sonrisa, no es que no lo pensara, solo que el cansancio le vencía.

- Se lo diré, no te preocupes- contesté levantándome y cogiendo mi bolso- me voy a ver el partido, se juegan el ascenso- dije dándole un beso en la mejilla y saliendo de aquella casa de locos.

- No olvides que tu padre y yo te queremos Kida- dijo con una sonrisa.

*****

Aparqué y me baje del coche siguiendo a la masa de universitarios con sudaderas granates que se dirigían al campo de fútbol americano para animar a su equipo, cuando llegué vi a Vir en la puerta del estadio mirando al móvil desesperada, como ya era costumbre, volvía a llegar tarde.

- ¿ Se puede saber en que piensas?- dijo dándome en el hombro.

- Me vas a decir que estás deseando ver un partido de fútbol americano- dije poniendo los ojos en blanco, no había ido a uno solo de la temporada.

- Bueno habrá que animar al magnífico capitán de nuestro equipo ¿ no?- dijo ella encogiendo los hombros.

- Y eso no tiene nada que ver con que sea tu hermano ¿ verdad?- dije riéndome.

- ¿ Me vas a decir que si no estuvieses saliendo con él tú hubieses venido a ver todos los partidos?- contestó Vir pillándome de lleno.

Vir y Jace eran hermanos, se llevaban poco más de un año y aunque se empeñaban en hacer creer que se odiaban a muerte en el fondo se querían. Eran hijos de uno de los jueces más prestigiosos del Estado, la gente rumoreaba sobre la posible candidatura del mismo al Tribunal Supremo, pero solo eran rumores. Nos conocíamos prácticamente desde pequeños porque nuestros padres eran amigos, y lo que empezó como una inocente amistad de una niña de 5 años y un insoportable niño de 7 se convirtió en lo más bonito que había vivido.

Y de repente ÉlWhere stories live. Discover now