Capítulo II.

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Vir, despertó en aquella cabaña alejada del centro de Massachusetts, una pequeña raya de luz entraba por la ventana dejando al descubierto la espalda desnuda de Boyce, se giró abrazándose a él, apoyando su mejilla en el hombro, estaba tan a gusto que no quería que el tiempo pasara, podía estar allí todo el día.

Era una cabaña junto a un pequeño lago que tenía la familia de Boyce para pasar las vacaciones o los fines de semana, aun que por lo general solo la utilizaban ellos dos. El padre de Boyce era un importante embajador ahora destinado en Boston, ellos eran ingleses, pero llevaban allí  3 años.

Boyce se giró y le dio un beso en la frente, Vir se hizo la dormida, Boyce salió de la cama con cuidado y después la tapó con una manta que había a sus pies, le gustaba tanto verla allí dormida en su cama. Decidió darle una sorpresa y hacerle el desayuno, así que desapareció escaleras abajo hacia la cocina. Vir abrió los ojos y se estiró todo lo largo que era la cama.

Se levantó en un esfuerzo y abrió la ventana, luego cogió el mando de la tele y se volvió a meter en la cama, hacía frío así que cogió la camiseta de Boyce y se la puso, olía a él, le encantaba la colonia que usaba.

- Si la bella durmiente ha despertado- dijo al rato Boyce entrando por la puerta, dejó la bandeja en un escritorio que había cerca de la ventana y se metió en la cama con ella. Vir encendió la tele, pero Boyce puso el edredón sobre ellos y empezó a hacerle cosquillas.

- Déjame- gritaba ella entre carcajadas, él la miró satisfecho y la besó.

- Hoy es un día devastador para los Liban- se escuchaba la tele, Vir quitó el edredón y se asomó a ver la noticia, cogió su teléfono por si acaso era algo interesante y tuviese que llamar a su amiga- El único heredero de tan prospero legado falleció ayer en un accidente de coche al rededor de las doce de la noche, desde aquí les damos nuestro más sentido pésame- pusieron unas imágenes del velatorio donde los padres destrozados por la perdida apenas podían recibir a la gente. Pero una cara en especial llamó su atención, cuando cayó en quien era llamó sin pensarlo dos veces a Kida.

****

Mi móvil empezó a sonar, Jace susurró que no le hiciese caso mientras besaba mi cuello y empezaba a bajar por mi clavícula y vientre.

- Espera- dije intentando pararlo, pero era imposible- Es Vir, a lo mejor es importante, ayer desapareció y no volví a saber de ella.

- Mi hermana es tan inoportuna siempre...- dijo entre dientes mientras subía sentándose a mi lado.

- Pon la tele rápido- dije colgando el teléfono preocupada por el tono en el que me lo había dicho Vir, Jace cogió el mando y la puso, después volvió directo a mi cuello, pero la imagen que vi me cortó las ganas de hacer nada.

- Hoy en día está el dilema de quien heredará el importante legado que están creando lo Liban, la respuesta más obvia sería pensar en el joven Hayden Brown, hijo de la hermana de Francis Liban, pero hasta que se sepa seguro, las industria Liban ha decidido guardar la distancia con la prensa...- cada vez escuchaba más lejos la noticia, la imagen del besó del día anterior golpeó mi mente.

- Perdón- dije corriendo hacia el baño.

- ¿ Qué pasa?- dijo Jace sin entender nada- a ver, la muerte no se la deseo ni a mi peor enemigo, pero dentro de lo que cabe esta noticia no es mala, no para los Sander- dijo poniéndose en la puerta del baño.

- ¿ Cómo?- dije abriéndola de par en par- No sé como has sido capaz ni siquiera de pensar eso, pase lo que pase no dejan de ser humanos, y por la pérdida de un hijo no debería pasar ningún padre- dije realmente cabreada- Me voy- dije cogiendo mis cosas- tengo cosas que hacer.

Y de repente ÉlWhere stories live. Discover now