✨Es Mi Cachorro 🌙 Pausa de edición

✨Capitulo 7🌙

POV Xavier

Por fin, como me costó trabajo esa cachorrita al fin era mía, completamente mía, ahora solo me quedaba disfrutar de ella, mi lobo estaba que se le subían los humos de la felicidad y la satisfacción de estar en su interior, el besar sus labios, su marca, de tocar su cuerpo, no tenía precio.

La primera ves no fui muy dulce con ella, aunque no pudiera recordarlo, mejor intentaba que lo disfrutara, pero era tan complicado, su loba está comenzando a sacarme de mis casillas, había tenido que ser duro cuando planee ser gentil, aunque no lo mereciera después de hacer la estupidez que casi mata a mi cachorro, pero Taka quiere a su loba, además sé que también no he sido amable con ella.

Espere un poco para comenzar a moverme, tenía que ir lento, aunque mi ritmo fuera a ir directo al grano, Taka sabía controlarme, debía ser paciente, enseñarle lo que sabía, estaba clara una cosa, Taka no volvería a dejar que estuviera con otra loba, así que enseñaría a esta cachorrita a complacerme a mi manera, Taka solo se burlo pero no objeto, a él le gustaba lo mismo que a mí,  sobre todo el arte de la seducción, fue por eso que la obligue a estar encima de mi, aunque con su lentitud e inocencia he terminado desesperándome, pero probablamente el más impaciente por tener a su loba era Taka.

Un vago sentimiento paso por mi mente pero Taka lo suprimió, ese era un tema que tocaríamos luego, porque la chica que había sido la luz de mis ojos era un tema distinto para mi lobo.

Mis labios se movieron hacia mi primera marca y ella no pudo evitar soltar un gemido, poco a poco mis movimientos se iban haciendo cada ves más rápidos, quería ver hasta dónde su loba era capaz de aguantar, pasaba mis dientes y mi lengua por su marca, ¡mi marca!, era una sensación diferente y a la vez increíble, ella gemía de vez en cuando pero sin abrir los labios, su cuerpo estaba rígido y supe que era cosa de su loba, fue entonces cuando comencé a ser más insistente, a los pocos minutos su cuerpo comenzó a temblar abajo del mío, pero inclusive sus temblores estaban siendo controlados.

"Maldita loba, Taka haz algo por el rabo de Akela" le exigí a mi lobo, no quería acabar antes que ella, si la comparaba con su hermana esto me estaba sacando de quicio.
"No puedo" contestó frustrado al igual que yo "su loba está indignada y no dejará que te salgas con la tuya".
"Eso tiene que ser una broma" estaba que me llevaba el mismísimo inframundo, lo peor, jamás creí que un lobo interno actuaría en contra de su parte terrenal.
"No cederá a menos que... " se detuvo y no continuo, dejándome con la intriga.
"A menos que, ¿que?" Exigí saber, el suspiro pero aun así me contesto.
"A menos que dejes que te marque" me quede en shock ante las palabras de mi lobo.
"¿Marcarme? ¿Acaso te has vuelto loco? Sabes lo que eso conlleva" me queje.
"Tú la marcaste, es lo justo Xavier" me reprochó y yo solté un bufido cortando la conexión.

¿Marcarme? ¿A mí? ¿El hijo de los alfas? Sería tener que declararla mi luna, una marca no se puede esconder tan fácilmente, o quizás... No es tan mala idea ahora que lo pienso, claro eso solo va molestar más a su loba pero no me importa, por ahora es lo más conveniente para ambos, así que mañana viajo a Toronto.

Lleve mis labios a los suyos, sin embargo ella no quizo ceder esta ves, así que la obligue a besarme, al sentir el sabor de sus labios pude ver la razón, pozoña, separe rápidamente mis labios de los suyos, viendo cómo estaba su loba era capaz de marcarme los labios, aunque una parte de mi estaba enojada, su loba quería marcarme pero ella no había hecho el menor intento por hacerlo, lo habría notado, mi orgullo podía más conmigo, inclusive más que mi lobo, bien cachorrita, que el juego comience.

Ahora sí voy a hacerte sufrir.

POV Cady

Decir que era justo sería mentir, después de besarme sus movimientos se volvieron una verdadera tortura, si mi cuerpo estaba dando leves temblores a causa del placer que intentaba culminar, ahora mi mente estaba perdida queriendo acabar, por si eso fuera poco me obligó a abrir los labios para respirar por la boca dado que me había tapado la nariz, gemido tras gemido salía de mis labios sin poder controlarlos, lo peor de todo eran mis colmillos, ellos crecían cada ves más listos para marcarlo, detectaba el sabor de la ponzoña en mi paladar y lengua, si yo lo detectaba por supuesto el también lo hacía cuando me besaba.