Douze.

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YoonGi y Hoseok no se veían todos los días, porque lo fines de semana, el mayor debía asistir a una de sus actividades con sus amigos.

YoonGi asistía a un pequeño club de basketball con NamJoon y Jimin.

Entrenaban los Sábados y jugaban todos los Domingos.

Se sentía muy a gusto allí, pero no había experimentado tal emoción como cuando Hoseok apareció mágicamente en uno de sus juegos.

Había llegado con sus padres justo antes de que él juego comenzara y buscó al mayor con la mirada por toda la cancha hasta que lo encontró por su inconfundible color de cabello.

YoonGi anotó una canasta casi enseguida.

Hoseok aplaudió contento y gritó ánimos para el mayor.

-¡Vamos, YoonGi-Hyung!

El chico de cabellos mentas se volteó y vio la sonrisa del pequeño Hoseok. Esa sonrisa hermosa, sólo para él. Su mejor amigo había llegado allí sólo para apoyarlo.

Y desde ese momento, jugó con más ganas que cualquier otro partido. Y anotó muchas veces más.

Estaba demasiado feliz.

El equipo de YoonGi ganó y clasificó al campeonato de la ciudad.

Los padres de ambos jóvenes los llevaron a comer helado, a la tienda que tenía un pingüino gigante afuera.

Hoseok molestó a YoonGi porque el helado sabor chicle tenía el mismo color de su cabello.

Definitivamente, Hoseok era la luz de los días de YoonGi.

 -' Pasitos de Pingüino ♡ yoonseok '-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora