todo mal

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Luego de ese beso, nos quedamos en un completo silencio, había sido tan raro. Esto despertaba más mis dudas. ¿Acaso él me gustaba? Y lo peor de todo es que rompí mi regla de "Nada de besos si no son tu novio" era una lista vieja que había hecho con una amiga, pero una promesa no se rompe. Aunque me encanto romper esa regla.

- Que divertida conversación - me di vuelta, y vi a mi hermana viéndonos - Ese beso era para una telenovela - dijo entre risas.

- Cállate, Lara. - dije mirándola seria.

Él se levanto y la saludo.

- Creo que me tengo que ir...

- ¿Crees? No te sientas incomodo, he visto a mi hermana haciendo cada cosa... Y además, molestaste todo el viaje con tus mensajes chiquito, no te escaparas así como si nada. - dijo mi hermana con los brazos cruzados.

La quede mirando con mala cara "he visto a mi hermana haciendo cada cosa..." sonó tan mal, me imagino que Lucas habrá pensado cualquier cosa. Y lo de que molesto en el viaje, que lindo que se quede con esa cara de mi hermana.

- Igual, yo me voy. Les dejo la casa, quizás no vuelva - dijo y se fue.

Yo seguía tirada en el sillón, bueno "tirada". Lo miré, el estaba parado enfrente mio, y me miraba. Me levante y me acerqué a él. Puse mi mano en su mejilla, y le sonreí.

- No la escuches, no molestaste en nada.

- No hay problema. - dijo mientras me agarraba de la cintura.- Te quería preguntar algo hace tiempo...


- ¿Tenes hambre? Porque yo me muero por una pizza. - lo interrumpí, temía a que preguntara algo que no tendría una linda respuesta


- Esta bien, pero te quería preguntar otra cosa...


- Hace un frío, ¿no tenes frío? - lo interrumpí nuevamente.- Bueno voy a pedir la pizza, ya vengo.- dije y fui directamente a la cocina.


Obviamente no mentía, tenía mucha hambre y llamé. Pero, no quería que preguntara algo que no tendría la respuesta que él quiere. Me acerqué nuevamente al living, él estaba sentado y hablaba con alguien por teléfono, pero corto a penas se dio cuenta de mi presencia.


- ¿Con quién hablabas? Si se puede saber...


- Con Sebas... - dijo mientras se paraba y dirigía hacia mí - ¿Me vas a dejar qué te haga esa pregunta? ¿O me vas a interrumpir toda la noche, buscando escusas? 

- Esta bien - suspire y me senté en el sofa 


Él se sento a mi lado, y me quedo mirando, se lo veía tan nervioso, se veía más lindo de lo normal.


- Bueno, te quería preguntar, digo estamos saliendo y hablando hace tiempo, me encantaría saber sí... ¿Quieres ser mi novia?


- Me gustas, la verdad pero creo que es muy apresurado. Eres un chico increíble, muy dulce y educado, pero tengo que decir que no. - lo miré fijamente, se mordio el labio y dio vuelta su cara. - Perdón.


- Esta bien, pero un día te vas a arrepentir de no haber dicho que sí. - Dijo, agarro su campera y se fue, escuche un portazo. Sentía como mis lagrimas comenzaban a caer.


Sí, pensaran que fui una idiota en rechazar esa propuesta. Pero ¿como puedo estar en una relación si no puedo conmigo misma? no era el momento indicado para una relación. Seguro él me odiaba. 

Seguramente no lo volvería a ver más, bueno cara a cara. 

Seguramente no me hablaría más. 

Y seguramente ya estaría hablando con algunas de esas chicas que hacen cualquier cosa por una noche con un jugador tan conocido como él. 

Seguramente me comeré toda la pizza yo sola, y quedaré sola toda la noche. 

Bueno, eso creía. Pero sonó el timbre, y creo que no estaría sola, era Lola. Mi querida, Lola. La única que me vería llorar, emborracharme y ver lo ridícula que soy, y ver como mi dignidad se va la mierda.

- Lo sé todo, cariño. - dijo y me abrazo - él nos contó a todos que te lo pediría, hasta sus compañeros lo sabían... - dijo y miro al suelo. - pensé que dirías que sí, te veías tan enamorada y embobada con él, es mi culpa, yo tuve la idea. 


- No es tu culpa, sí me gusta y sí siento miles de animales en mi estomago cuando lo veo, pero es muy rápido, no creo que sea el momento indicado para una relación, ya sabes. - dije y suspiré. - sabes más que nadie por qué.


Me quede sentada en la silla de la cocina, mientras veía a Lola. Se notaba a kilómetros que se sentía culpable. 

Las horas pasaban, ya habíamos acabado toda la pizza y toda la cerveza, hasta tomamos una bebida que ya ni recordaba su nombre, con suerte recordaba el mío. Estábamos tiradas en mi cama, viendo el techo acompañada de las botellas de bebidas alcohólicas a nuestro lado. Cantábamos, pero no se entendía ni mitad de la canción, creo que ni nosotras sabíamos que canción era. Estábamos realmente mal. Lo único que recuerdo es que esa persona llamo, para decirme cosas que no recuerdo, pero sí se escuchaba a otra estúpida haciendo quien sabe qué con él. Yo solo me reía, y decía cosas sin sentido, mientras Lola imitaba a la tarada que acompañaba a Lucas. Maldita sea, sí que estaba mal. 

volver a amar 《 lucas alario 》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora