Capítulo 1 Cómo empezaron los problemas

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"- Amor, hoy es tu primer día en el jardín, ¿Estas segura que vas a estar bien?

-Sí mamá, ya tengo todo listo, voy a hacer muchos amigos, incluso llevo cosas para compartir con los demás.

-Esta bien mi amor, vamos, no queremos llegar tarde el primera día.

...

-Chau mi amor, que te vaya bien, acá te dejo con tu maestra, ella te va a decir donde tenes que ir.

-Si mami, nos vemos.

-Es muy raro que no llore, parece estar muy apegada a usted.

-Es muy positiva, estoy segura que la va a pasar bien.

...

-Hola chicos, yo voy a ser su profesora, los voy a ayudar a aprender y a divertirse juntos. ¿Qué les parece presentarse?"

Así comenzó mi primer día en un lugar lleno de gente de mi edad, comenzó espectacular, estaba muy feliz de conocer gente nueva, aunque también estaba muy nerviosa, ya que me costaba hablar con alguien que no conociera, pero creí que tendría muchas escusas por las cuales hacerlo sin ponerme en ridículo.
Recuerdo que mi jardín era privado, pero también era uno de los más baratos, yo jámas le había tomado importancia a ese tipo de cosas, y no sabia como era mi jardín, así que días antes había comprado una cartuchera nueva la cual llené con útiles, llevé un cuaderno, dos muñecas, autitos de carrera, mi taza y una servilleta hecha por mi mamá. Estaba tan feliz, pero... no sabía que era malo llevar tantas cosas, ni sabía que mi jardín ya tenía juguetes y útiles, tampoco presté atención al verlos, ya que creí que era para los que no tenían, creí que no había suficiente para toda la clase, y si ese era el caso, yo estaría dispuesta a prestarle mis útiles a quién los necesitara. Creí que estaba llevándome bien con mis compañeros, pero eso solo fue hasta que la profesora salió de la sala, no recuerdo bien qué pasó, solo recuerdo que al final de la clase salí llorando en busca de mi mamá, y cuando la encontré ella estaba confundida, pero aun así aceptó mi abrazo, la profesora le explicó que no sabía qué había pasado, pero que hubo un momento en el que ella se había tenido que retirar de la clase, y cuando volvió yo tuve la misma reacción.

No culpo a mi maestra, es más, yo siempre la quise, aun después de haber terminado el jardín seguí yendo solo para verla. La verdad es que nunca le dije lo que me había pasado ese día, creía que no era nada por lo que ella debía preocuparse, que solo la había pasado mal un rato, tenía la esperanza de que no me volverían a molestar, que todo estaría bien, solo tenía que comprar nuevos útiles, porque sí, ese día me los habían robado, pero no quería quejarme, y no quise decirle a mis padres quién me los había robado.

Al día siguiente mi mamá creyó que no querría ir al jardín, pero para sorpresa de todos, fui, y con la misma alegría con la que había ibo el primer día, así fueron la mayoría de los días de mi vida: levantarme con una sonrisa, que durante el día muchos se empeñaban en hacerla desaparecer, solo para que al día siguiente me despertará igual de feliz, o por lo menos eso aparentaba, sabía bien que en algún momento no podría soportar más la forma en que me trataban, pero no quería rebajarme a su nivel, no quería que vieran mi tristeza por mucho tiempo, no quería que creyeran que todo lo que me hacían me afectaba e iba dejando pequeñas cicatrices en mi mente.

Eso no quiere decir que no haya tenido amigos, porque si los tuve: en jardín tuve cuarto amigos (dos chicas y dos chicos) y una amiga-enemiga; en primaria tuve un mejor amigo, del cual me terminé enamorando, y dos amigas; en secundaría tuve una mejor amiga, la cual empezó siendo alguien que... digamos que no me quería mucho en primer año, pero terminó por ser muy buena amistad por esos años, incluso llegué a creer que nuestra amistad iba a ser para siempre, pero todos sabemos que las cosas no funcionan así, y tuve varias amistades que fueron y vinieron con el tiempo.

Pero, la parte en donde escuchaba voces fue cuando estaba en primaria y parte del secundario, digamos que esa fue la forma en que mi cabeza reaccionó a tantos años de estar rodeada de gente que solo me quería ver mal, que mi cerebro parece haberse puesto del lado de ellos en ese tiempo.

En fin, eso lo explicaré en el siguiente capítulo. (Lo sé, es corto)

Yo y mi estupenda vidaWhere stories live. Discover now