Mi Primera Pérdida

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Durante lo que ha sido mi vida he tenido algunas pérdidas que marcaron una importante en mi vida.

La primera fue de mi primer perro, Perito (no me juzguen, lo tenía desde que nací y apenas aprendí a hablar lo empecé a llamar así porque mis hermanas le habían puesto un nombre muy difícil, simplemente me era más fácil decirle perito). Ambos nacimos en aprox. la misma fecha, fue el mejor amigo que tuve, siempre estaba conmigo, me entendía muy bien, y sabía lo que necesitaba.
Cuando cumplí siete (7) años mi mamá salió a comprar y el la siguió, como siempre, pero ella no se dio cuenta y cuando iba volviendo mi papá se cruzó con ella cuando estaba llegando a casa, asique ella se subió, el problema fue que el perro no entendía que cuando alguien se subía a un auto el camino que así la persona era el mismo que el auto, por lo tanto se desorientó, nunca más lo volví a ver.
Creo que ahí fue donde empecé con las voces, no estoy segura.
Hasta hace poco, todavía seguía culpando a mis padres por lo que pasó, más que nada porque no hicieron nada por encontrarlo a pesar de lo insistente que fuí.
Mi mejor amigo de ese entonces fue quien me ayudó para poder mantenerme estable emocionalmente después de eso.

Puede que muchos crean que es muy exagerada la forma en que lo hago ver, pero hay que entender que yo literalmente nací con ese perro, y no había momento, a excepción de cuando estaba en la escuela, en que me separara de él, era cómo un hermano para mí. Si lloraba se ponía a mi lado y me lamía cuidadosamente hasta que paraba de llorar, jugábamos, y hasta dormíamos juntos. Perderlo fue igual que perder un trozo de mi alma, fue sentirme sola derrepente, no podía soportarlo, se sentía mal no tener a quien contarle mis problemas, no tenia a quien abrazar todo el día, fue horrible, pasé semanas llorando, y todavía lloro cuando lo recuerdo.

Yo y mi estupenda vidaWhere stories live. Discover now