Hemos llegado al hospital en donde mi madre esta internada. Teresa no paraba de preguntarme a quien íbamos a ver y para que, estaba tan desesperado que no le e respondido ninguna de sus preguntas. Bajo del auto con los pies temblorosos, no puedo parar de llorar siento que el mundo se me viene en sima pero saber que ella estaba a mi lado me reconfortaba demasiado.
Estoy sentado en la sala de espera, Teresa esta a un lado de mi abrazándome. Llega el doctor de mi madre, me levanto de un gran salto. El doctor se pone la mano en la cabeza, eso indicaba que algo iba mal. Tiene dificultad para hablar y solo balbucea, y comienza a hablar
_Hemos detectado una enfermedad mucho mas grave que la actual, tu madre tiene cáncer de próstata, y no tiene mucho tiempo de vida. Un año o menos de vida.
No lo podría creer, como era eso posible. Corro demasiado rápido hacia la habitación de mi madre. No quiero que se valla así de rápido, ella lo es todo para mi. Saber que ya no estará aquí en cualquier momento, me destroza el corazón.
Entro a la habitación lentamente, no puedo caminar con facilidad. Ahí esta mi madre tumbada en la cama como un vegetal. Me da tanta tristeza verla así. Me acerco hacia ella y recuesto mi cabeza en su cintura. Se acercan gotas de sal a mis ojos y no puedo parar de llorar, siento rabia por no haber aprovechado el tiempo quede fue como un reloj de arena. Siento una mano cálida y reconfortante en mi nuca y mis manos se debilitan.
Levanto la cabeza, veo a mi madre y me mira con una sonrisa que nunca le había visto. Y solo dice _la vida es como un reloj de arena, hay millones granos de arena, pero no volverán a pasar las mismas. Que nunca se te olvide hijo.
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《Juntos por siempre》
Teen FictionSoy el típico chico adolescente de 15 años que vive el tercer grado de secundaria, sin ganas de ir a las escuela. Con un grupo de amigos peculiares pero con la vida llevándome entre las patas. Mi familia y yo tuvimos un accidente y mi madre quedo p...