VACÍO

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VACÍO

Disclaimer: Fairy tail pertenece a Hiro Mashima. Este relato sin sentido es mío.

Advertencia: Relato no muy comprensivo.

Aclaración:

Narración en pasado

"Pensamiento"

Narración en presente y aclaraciones.

Dedicado a Scarwriter y fullxfthxughts.

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*Zervis*

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|Three shot|

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Escribir te apasiona desde pequeño. Lo has hecho desde que aprendiste a conjugar palabras de forma correcta.

Cuando hiciste tu primer escrito, un intento de poema, fue dedicado a tu madre, la mujer que te dio vida. Poema que ella siempre guardo en su cajita de recuerdos junto a las cartas de amor que tu padre le daba cada semana en la puerta de la iglesia de Vistarion.

Otro de tus memorables escritos fue aquel que hiciste en tu diario, relatando el nacimiento de tu hermanito, al que adoraste desde que lo viste por primera vez. Memorable porque ese fue el primer cuento por el que te conocieron. "E.N.D", fue el título que rezo en el periódico semanal.

A lo largo de los años fuiste mejorando hasta lograr ser destacado, incluso te ganaste elogios de tus maestros. Y no solo ellos, medio Vistarion te adoraba.

Cuando tus padres murieron y quedaron tú y Natsu, tus escritos mutaron vistiéndose de oscuridad, plagados de temas angustiosos; y así, al pulso de la pluma que empuñaste, te ganaste el apodo de "mago oscuro".

Sin embargo todo cambió― o parte de todo―, cuando hebras doradas bailaron frente a tus oscuros iris y te eclipsaron el pensamiento.

Fue la primera, de muchas, que viste al "hada" de su colegio―Fairy tail―, e irremediablemente rivalizaste con ella. Los concursos florares anuales intercontinentales, eran su campo de batalla.

Era tu rival.

Un digno rival.

Se ganó tu respeto y quizá algo más.

La adoraste en secreto.

Nadie sabe de esto, lo ocultaste muy bien. Nadie sabe que poemas llenas de empalagosas palabras nacieron de tu ser, plasmados en las hojas de tus cuadernos en finos trazos a lápiz. Todas ellas dedicadas a tu hada.

Y por qué no decir que también la dibujaste. El arte siempre estuvo contigo, pero solo permitiste que una de ellas se desarrollara por completo.

Después de terminar el colegio, elegiste, como era de esperarse, la carrera de literatura. El don se te había dado y tú lo aprovecharías. Aunque debes de confesar que la filosofía también fue una pasión para ti.

Como se suele leer en muchas obras literarias, el destino te puso delante a tu musa.

La mejor sorpresa de la vida fue encontrarla.

¿O quizás ella te encontró a ti?