♋ Ocean Love ♓| ManiAlba Shitpost.

Fresas con crema.

Ya estaba todo listo, Albafica terminaba de acomodar un tazón de dulces fresas en la mesa, estaba esperando a su novio, quien regresaba de una misión que Sage le había dado hace una semana, Cáncer se preocupaba mucho por saber el paradero de Thanatos para matarlo, pero jamás descuidaría a su pareja por esa venganza.

- espero que todo salga de acuerdo a mi plan...- murmuró Piscis, observando la mesa que había preparado, un bello mantel blanco tocaba el piso, la loza más fina que tenía, un vino dentro de una cubeta de hielo, dos copas de cristal junto a los platos, hasta las sillas tenían un lazo de color azul marino en honor al guardián de la 4ta Casa, todo estaba impecable, en su lugar, muy limpio, estaba toso fríamente calculado.

- llegue.- escuchó un gruñido de fastidio, Albafica se giró sobre sus talones para topar con Manigoldo, quien entró al comedor con cara de fastidio, pero se borró por una expresión de asombro, su mano, que anteriormente rascaba su nuca, era bajada a ritmo lento, Albafica sonrió acercándose a él.

- bienvenido.- le abrazo el cuello, para darle un beso en los labios, Manigoldo sonrió.

- que linda sorpresa, creí que habías olvidado que volvía hoy.- tomó a Piscis de la cintura, para pegarlo más a si mismo, Albafica rió en voz baja.

- espera a que veas que te prepare de cenar.- intentó alejarse de Manigoldo, pues deseaba comer antes que nada, seguramente Cáncer tendría un hambre de aquellas.

Ambos comenzaron a cenar, la comida que había hecho Piscis era exquisita, hizo una receta italiana en honor a su hombre de piel canela, quien gustoso devoraba todo ese manjar, por alguna razón, siempre le gusta la sazón que tiene Albafica, tiene un toque único, Cáncer aseguraba poder reconocer la comida de su parabatai aunque no supiera si la hizo él o no.

- todo estuvo muy bueno, estoy muy lleno.- suspiró Cáncer alegre, dando leves golpes a su estomago, se levantó de la mesa junto con sus platos sucios, Albafica hizo lo mismo.

- te prepare tu dulce favorito.- dijo señalando las fresas con crema en el centro de la mesa, Manigoldo de besó la mejilla en agradecimiento, dejó los platos en el fregadero, para ir a la mesa.

Manigoldo rápidamente tomó una fresa, restándole importancia a que Albafica se había recargado entre la mesa y él, también gozando de su postre, de tan rápido que comía, el de cabellos azules ni cuenta se dio de que estaba manchado del rostro por la crema, Albafica reía, parecía un niño chiquito.

- lo lamento.- notó las miradas burlonas de Piscis, iba a tomar una servilleta, que estaban detrás de el de cabellos celestes, pero Albafica lo detuvo, ya estando a centímetros sus rostros, Manigoldo sonrió ante esto, se imaginaba que seguía.

- yo te ayudo.- sonrió de forma traviesa, el más alto gozaba de verlo en su faceta pervertido, Albafica tomó el rostro de Manigoldo entre sus manos, para lamer el dulce y el jugo de las fresas que ensuciaban el rostro de su novio, quien lo tomó de las caderas, pegándolo a su cuerpo, cuando Piscis iba a lamer sus labios, Manigoldo también saco la lengua, solo basto un rose de sus traviesas amigas para comenzar un beso apasionado, Albafica abrazó el cuello de Manigoldo, mientras este lo cargo, para subirlo a la mesa, colocando las manos en su filo.

Su apasionado beso se detuvo hasta que sus pulmones dejaron de tener aire, desebanan seguirse besando, pero por desgracia, necesitaban oxigeno, solo se vieron unos segundos fusionando sus alientos, calentando el ambiente, más de ser posible.

- yo quiero ir por el postre.- le lamió la mejilla a Piscis, quien suspiro ansioso ante esa caricia tan húmeda por parte de Cáncer.

- tienes suerte.- tomó otra fresa del tazón y la puso en sus labios, provocando a Manigoldo, quien sonrió gustoso ante esa respuesta.- el postre soy yo.- volvió a acercarse a su pareja.

- bon apettie.- murmuró Cáncer, para morder la fresa, Albafica hizo lo mismo de su lado, devoraron la fresa hasta tocar los labios del otro, quien gustoso siguió el apasionado beso de hace momentos atrás.