Casey | Acto 1

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- ¡entiende, es por su bien- gritaba la "mamá" de la niña desde otra habitación.

La pequeña de seis años estaba acostada en el piso dibujando, sus azules cabellos barrían en polvo en el suelo, sus ojos púrpuras estaban sobre su dibujo en curso, mientras era rodeada de colores de cera y hojas de papel con garabatos, el dibujo que estaba haciendo era muy estilo infantil, los personajes en él eran de bolas y palos, con garabatos celestes y azules como cabello, y puntos purpuras y azules como ojos, entre los dos personajes, estaba ella, sonrió mientras veía a la puerta a metros de ella.

- parece que Mami y Papi están peleando.- murmuró, se levanto tirando sus dibujos y colores, para acercarse a la puerta, era una niña aún, pero entendía perfectamente los temas controversiales que la rodeaban, ser hija de dos hombres era algo asqueroso para la sociedad del siglo XVIII.

- la hemos escondido por seis años, esperar una semana a que llegue Gioca a llevarla a Italia no nos hará daño.- reclamó el hombre de voz más gruesa.

- Manigoldo, entiende, no podemos dejarla aquí sola una semana, aún es una niña.- se quejó la voz de su pareja.

- Albafica, ya ha pasado por más tiempo sola, y lo sabes, es más inteligente se lo que crees, confío en nuestra bebé, estará bien en lo que llega la mocosa.- volvió a quejarse.

La niña abrió la puerta, sorprendiendo a sus padres, quienes apenas y estaba lejos de ella, Albafica se avergonzó por eso, su hija los había escuchado, mientras que Manigoldo solo sonrió nervioso.

- ¿pasa algo, Casey?- Cáncer se agachó a la estatura de su pequeña, quien se afligió, ella tenia conciencia de todo el daño que causaba cuidarla, y mantenerla oculta para que nadie la lastimará por ser "diferente".

- ¿pelean por mi culpa otra vez?- su pequeña y dulce voz sonaba rota, esto partió el corazón de ambos adultos.

- claro que no, mi vida, simplemente no estamos de acuerdo en algo, no es nada.- Albafica también se agachó a ver a su bebé, quien desvió la mirada.

- ¿otra vez vamos a mudarnos?- miró al piso esta vez.

- por desgracia si, pero esta vez más cerca del Santuario, para que podamos cuidarte.- Manigoldo le frotó los brazos, intentando animarla.

- iremos a visitarte cada vez que podamos, te lo juro.- tomó su manita, Casey sonrió ante los gestos de sus padres.

- ¿lo prometen?- lo vio a los dos.

- por supuesto, pero tú dinos, ¿quieres esperar a Gioca o venir con nosotros al Santuario unos días?- habló Manigoldo, obteniendo una furiosa mirada de Albafica.

- quiero ir con ustedes antes de ir con Gioca-san.- sonrió emocionada.

- entonces haz maletas de una vez, nos vamos en el primer barco.- Manigoldo la cargó, sacándole una risa a su hija.

- ¡nos vamos de viaje!- gritó la niña, feliz de la vida.

Albafica solo vio como las dos personas más importantes de su vida se iban a la habitación de la menor, sonrió con nostalgia, no todos los días ponían ir los dos a cuidar de ella, así que decidió disfrutar ese viaje, que esperaba fuera el último.

♋ Ocean Love ♓| ManiAlba Shitpost.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora