Capitulo 2

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-Me acerque con una sonrisa tratando de parecer lo mas tranquila posible aunque por dentro me estaba muriendo del miedo

-Hola- le dije sonriendo mientras me sentaba al frente de el- aún no se tu nombre como te llamas? Yo soy ____ - me presenté entendiendo mi mano hacia el

-El solo me vio y volvió su mirada a su almuerzo dejándome con la mano entendida- mal educado- pensé-

-No te invite a sentarte dijo mirándome con el ceño fruncido- Oh jaja reí nerviosamente es que pensé que querías compañía-dije haciéndome la amigable,-este chico si que era grosero-

-Pues no necesito compañía así que puedes irte- me dijo sin  expresión alguna- sin duda este era el chico más anti-social que había visto.

-Oh vamos, no creo que quieras estar solo el resto del año- le dije esperando a que su respuesta no fuera mala-

-Pues tal vez no quiera estar solo todo el año pero ahora si, así que chao-me dijo poniendo cara de molesto-

-Era la primera vez que me pasaba esto no sabía cómo reaccionar, yo no solía ser grosera con la gente y no sabía cómo defenderme. Me quería parar e irme diciéndole lo patán que era pero no podía, no sabría dónde sentarme y no estaba como para pasar más vergüenzas al menos hoy no.

-Ah pero que amargado eres- le dije mientras me hacia la indiferente y me disponía a comer-

-Te dije que te fueras, ¿acaso eres sorda? - me dijo este viéndome mal- Pues mi mamá dice a palabras necias oídos sordos así que-le dije mientras me encogía de hombros- El solo me miro sumamente molesto mientras su rostro se ponía rojo- la verdad me dio un poco de miedo pero no se lo demostraría

-ay que lindo estas rojito- le dije sonriendo mientras me paraba y le agarraba las mejillas con ambas manos- El me miro en schok y se separó de mis manos bruscamente- bien si no te vas tú me voy yo- dijo furioso y se iba a levantar pero se detuvo cuando le quite el Snickers-

-Conque fuiste tú el que se llevó el último Snickers de chocolate eh?- le pregunté mientras lo veía entrecerrando los ojos-

-Demonios! Eres un fastidio ambulante! Que te dan tus papás de desayuno a? dulces? ¿Acaso fuiste programada para molestar a la gente?- me dijo el chico que ahora parecía un tomate de lo rojo que estaba-

-Hay pero no te molestes- le dije cariñosa- sólo era una pregunta- El solo me miraba molesto-

-Dame el Snickers-dijo este más calmado- Pues por haberme hablado mal ahora no te lo doy-le dije-

-El me miro alzando una ceja con la mirada impasible- No lo diré dos veces dame el maldito chocolate-dijo-

-ah grosero, ¿acaso tus papás no te enseñaron que decir groserías es malo?- le dije con una sonrisa inocente- Sinceramente creo que si las miradas mataran ya yo estaría tres metros bajo tierra-

-DAMELO ES MIO!-dijo el-

-Uy que maduro eres- le dije burlona-

-Si no me lo das, no te la vas a cavar- me dijo este amenazante-

-Acaso me estás amenazando? ¿Serias capaz de lastimar a una pobre niña?- le pregunté mientras hacía cara de angelito

- No tienes ni idea de lo que le hago a las niñas que se quieren comer mis chocolates- dijo este con una sonrisa siniestra- Me recorrió un escalofrío por toda la espalda que me hizo temblar, así que hice lo que me pareció más oportuno- agarre mis cosas y rápidamente corrí hacia la salida de la cafetería- No me atraparas grite mientras corría como si mi vida dependiera de eso...

-

Hay estaba yo, persiguiendo a la niña más insoportable que haya conocido.

-Detenteeee- le grite mientras corría más fuerte-

Ya el timbre para entrar a clases había sonado y yo todavía aquí tratando de recuperar MI chocolate

-¿Acaso tus papás no te enseñaron que robar es malo?- le dije arqueando una ceja mientras la acorralaba en un pasillo-

-Te juro que te iba a dar la mitad-  dijo ella justificándose mientras sonreía tímidamente-

-Yo no quiero la mitad, ES MIO, y no te quiero dar!.

-Pero que pichirre eres-dijo cruzándose de brazos y viéndome mal-

-No me importa lo que pienses, ahora dámelo!-

-NO!- me respondió ella mientras lo escondía en su espalda-

-Bien, si no me lo das por las buenas será por las malas!- le dije  balanceándome hacia ella con el propósito de quitarle el Snickers, más bien MI Snickers.

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El chico mal educado del cual aún no sabía su nombre se balanceo a mi queriéndome quitar el dulce, estuvimos así un rato hasta que....

-TONTA! Lo dejaste caer!- me gritó el maleducado molesto-

-Yo lo deje caer? Fuiste tú quien me lo quería quitar!-le dije-

-Si, pero fuiste TU! la que me lo robo,¡LADRONA!

-Hice un gesto de ofendida- y le pase por el lado chocando mi hombro con el de el-Adiós- le dije y comencé a caminar hacia el salón rogando que me dejaran pasar

- Oh, ahora si te vas? Claro después de que tumbaste el chocolate hacia el bote de basura? -Me empezó a gritar el chico sin nombre detrás de mí

-Querías que te dejará en paz no?, pues lo haré- seguí caminando hasta pararme al frente del ascensor no quería volver a subir todas esas escaleras.

-Pero que descarada eres, pues fíjate ahora seré yo el que te moleste a ti- me dijo retante el malhumorado

-Sólo lo ignore, mientras esperaba el ascensor-

-oh no,no,no,no ami no me ignoras ok? A mi NADIE me ignora- dijo gritando

-Ya cállate señor orgullo,estoy pensando- le dije mientras recordaba que yo tenía en mi bandeja del almuerzo un Snickers de fresa...

-Ah que bello, no molestemos a la niña porque está pensando, pues me vale!- me gritó este

-lo mire mal- yo dejé un Snickers de fresa en mi bandeja del almuerzo- le dije mientras buscaba en mi bolso

-Hablas enserio?- me pregunto el

-Si, aquí no está, lo tuve que haber dejado en la bandeja-le respondí

-Ambos nos miramos un segundo y echamos a correr rumbo a la cafetería... Ese Snickers sería mío!- Gritamos los dos mientras corríamos...

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Pecado IrresistibleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora