DÍAS DESPUÉS
11 de Diciembre
– ¡Jimin! – gritó la chica saludando a su mejor amigo, casi hermano.
– Hola Eunnie – correspondió sonriéndole mientras terminaba unos arreglos.
– ¡Oh! Se ve hermoso... definitivamente el rojo es tu color de trabajo, mira nada más, está bellísimo – las mejillas de Jimin tomaron un leve tono carmesí al escuchar ese comentario, lo que hizo que soltara una risa nerviosa al mirarla.
– Sabes que siempre haré lo mejor para ti – cariñoso se acercó a la menor y le regalo un beso en la frente, para luego volver a su trabajo
– ¿Ese vestido es para mí?
– Sí, es el del desfile, éste vestido lo llevarás tú
– Muchas gracias Minnie... de verdad es hermoso – sonrió y miró a su mayor recordando algo – déjame verlo
Eun-bi bajó el cuello tortuga de su mejor amigo para ver aquel chupete casi completamente desaparecido, recordando lo que Jimin le había confesado hace unos días.
La chica estaba en la cafetería acordada para encontrarse con el primer chico que la rechazó, con ternura y paciencia, incluso la consoló, y así se convirtió en su mejor amigo para días después descubrir su orientación sexual. Escuchó la campana del establecimiento y volteó su cabeza para ver a Park Jimin.
– Hola Oppa – dijo alegre la chica
– Hola...
– ¿Qué pasó? ¿Por qué me citaste aquí?
– Eun... tu amigo... – empezó a susurrar.
– ¿Qué amigo? – respondió igual.
– ¿Min... YoonJi? – dijo tratando de recordar bien su nombre
– YoonGi
– YoonGi... – reafirmo.
– ¿Qué sucede con él?
– Él... es un atrevido – La chica estalló en risa, una muy tierna a decir verdad.
– ¿Cómo que un atrevido?
– Me hizo un chupete...
– ¿Qué? – eso no se lo podía creer, no del gran caballero Min Suga
– Ese día en el camerino... no jugábamos... él me besó, y no solo eso... me hizo un chupete
– Jimin, mentir está mal
– No miento
– ¿Cómo te creo?
– Tengo una prueba... ni yo mismo pude hacerla
– A ver...
Jimin se acercó a la chica y se bajó el cuello tortuga dejando ver una no muy grande marca roja con ciertos tonos purpuras o morados en ella. La chica se asombró, no sabía cómo reaccionar, ¿de verdad se lo había hecho su amigo? Entonces sus sospechas eran ciertas... su amigo Min YoonGi lo había marcado como suyo, a él le gustaba Jimin, no se imaginaba nada... estaba pasando realmente, y aquella marca era la viva prueba de ello.
– Está mejor
– Sí, ya casi no está, ya podré dejar de usar cuellos tortuga y bufandas...
– Claro, en la próxima temporada – una risa burlona estaba presente en sus labios
– Cierto... estamos en invierno... ¿te estás abrigando bien?
– Por supuesto... padre – volvió a reír.
– Ya, hablo en serio, no puedes enfermar, en tres días es el desfile
– En el que Suga Oppa también estará
– Sí...
– Bueno, te dejo, debo irme... yo... – Jimin se sorprendió, su amiga estaba nerviosa, muy pocas veces la veía así, y siempre tenía que ver con pretendientes
– Te irás a ver con JungKook, entiendo, suerte – Jimin detuvo sus movimientos y la señalo con su índice – ten mucho cuidado
– ¡No haré nada malo! – Eun-bi como niña pequeña se dirigió a la puerta, pero antes de tocarla esta se abrió dejando ver a un chico pálido, parado en el lumbral, mirándolos.
– ¿Interrumpo?
– Para nada, ya me iba – la chica sonrió y Jimin puchereó.
– ¡No te despediste! – gritó, mientras miraba como la chica se devolvía y besaba su mejilla, reían y ella se giraba para salir corriendo del estudio.
– ¿Cómo sigue? – su atención volvió al chico pálido, sus mejillas se enrojecieron y su mirada volvió al vestido.
– Bien...
– No hagas eso
– ¿Hacer qué?
– Eso – y como siempre, no se esperó sentir la respiración ajena en su nuca, para luego estremecerse y oír la voz ronca del chico y sus manos sobre sus caderas – hacer algo sin estar concentrado
– No hagas eso... – susurró.
– ¿El qué? – dijo de igual manera dejando un tierno y delicado beso en su cuello, justo encima del chupete.
– Tratarme como si fuera tu pareja...
– Eres mío, puedo hacerlo
– No, no soy tuyo, no te pertenezco, es más... tu eres mi modelo, trabajas para mí... no al contrario...
– ¿Cuántas veces debo decirte que te quiero?
– Eso no tiene nada que ver... – seguía sin mirarlo, ya se estaba hartando, quería que lo mirara, por lo que mordió levemente la piel ajena provocando un quejido de dolor, pero no por la mordida, Jimin se había lastimado con la aguja y empezaba a sangrar.
– Ven aquí – YoonGi tomó su mano y vio el índice con aquel espeso carmesí rodeándolo cada vez mas de apoco, sonrió sin que lo notará y se llevó el dedo a la boca para extraer la sangre – Tu eres mío...
Y de nuevo, recibió otro beso en sus carnosos labios. Min YoonGi quería poseerlo, y él no se iba a dejar.
¡Cumplí! un poco tarde, lo sé
Lamento subir el Capítulo tan tarde, pero hubo inconvenientes gigantes en tamaños miniaturaHasta la próxima
Gracias
Att: Lyx
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ZAPATOS ROJOS - YOONMIN
Fanfiction<< Aunque esos zapatos no sean tuyos, quiero que te los pongas... >> << No soy la cenicienta... Pero puedo probarme los zapatos sólo por ti... >>