#ClientesTorpes
#AnimosSubiendo
#AiloviuALosHashtag
Disfruten Pequeñelos...
- Bonnie ¿Puedes atender la mesa cinco? – Señala la mesa y me mira para luego unir sus palmas como cuando alguien va a rezar. - Por favor– Me dice tía Nicole pasando a mi lado yendo hacia la cocina.
- Claro tía. – Le respondo y voy en camino lento hacia la mesa que me dijo. Estoy muy cansada para trabajar hoy en la cafetería, pero no quería faltar porque necesito el dinero, aunque no es mucho pero por lo menos podría comprar libros y café. Mi madre me ha dicho que le pida el día libre a Tía Nicole pero yo no lo hice, porque ya he faltado dos veces y necesitan meseras en este lugar. Las cosas con mi madre van muy bien, desde que se enteró de que Nick había estado conmigo en unas fiestas y que Sally estaba ayudando con eso, estaba más contenta y ya no estamos discutiendo muy a menudo y eso me pone súper feliz. Ya que no me gusta estar distanciada con ella mucho tiempo y a Scott tampoco. Volviendo al mundo real en la cafetería (y dejando mis pensamientos por un rato) me paro en seco cuando llego a la mesa, sostengo mi libreta de color roja y mi lapicera para anotar todo lo que los clientes quieran. Tomo la orden y vuelvo hacia la cocina para prepararla y luego mandarla con lo pedido en esa mesa.
-Media hora (agotada) más tarde-
- Bueno aquí vamos, dios dame las fuerzas que me faltan. – Suplicándole a dios agarro con cuidado la bandeja con un pedido, lentamente voy hacia la mesa. Cuando llego hasta ella agradezco porque ya no tengo las ganas para levantar ni un vaso. Les entrego el pedido a los clientes y vuelvo a mi puesto para descansar. Mi adorada tía me hizo el trabajo más agotador todavía, en esta media hora me ha hecho levantar sacos de muchas cosas que se usan en la cafetería a menudo.
No siento mis pies, se deben estar preguntando ¿Por qué estoy tan cansada? Verán mi linda y rubia mejor amiga me estuvo llamando a la medianoche para contarme lo lindo que es Derek. Lo ha visto una sola vez y esta tan entusiasmada por verlo otra vez que no puede dormir por las cosas que le ha dicho. Estuvimos hablando por celular hasta las dos de la mañana, desvelada sin poder dormir me puse a leer, se hicieron las tres y media de la madrugada y me he dormido como tanto lo he deseado, cuando me levante parecía un zombi en persona versión mujer.
No encuentro palabras para expresar mi ánimo en este momento, pero hago todo lo posible para ponerle un poco de actitud al trabajo. Voy hacia una mesa que hay muchos adolescentes, diría que son de mi edad, para decirles si necesitan algo más para comer o beber, o simplemente azúcar. Cuando me voy acercando para aquella mesa, un chico de ojos marrones con camisa azul, pantalones negros y botas del mismo color se para para salir y lleva un batido de fresa en la mano desgraciadamente para mi gusto, el chico se da la vuelta chocando contra mi derramando el batido en todo y cuando digo todo es todo mi uniforme de camarera. Cierro los ojos levantando las manos del susto y cuando los abro veo lo desastrosa que estoy, toda cubierta de esa sustancia pegajosa. Inmediatamente el chico de camisa azul trae servilletas de papel para limpiarme lo que torpemente me derramo.
- Oh, lo siento mucho. – Dice limpiando mi uniforme con delicadeza. Se va a buscar más y yo trato de limpiarme un poco con las servilletas que me tendió. – De verdad, discúlpame fui un tonto y no supe que estabas por venir hasta acá. – Dice apenado por lo sucedido, por mi parte estoy demasiado molesta por todo esto. Ya no aguanto más quiero llegar de inmediato a mi adorada casa, dormir junto a Lucia y olvidar que este día existió alguna vez.
- Ya déjame, estoy bien. – Digo de mala gana, genial es lo que más quería para que mi humor se volviera más insoportable, voy a cambiarme de ropa y limpiarme un poco en el baño del personal. Me quito mi uniforme y trato de sacar un poco el líquido rosa con un poco de agua del lavamanos. Voy hacia los casilleros que hay en el baño para sacar un poco de ropa para ponérmela y no pasar vergüenza por tener la ropa manchada de batido. Ya puesta una sudadera blanca con unos jean holgados agarro una percha y pongo el uniforme mojado para que se seque. Salgo del baño y voy hacia la oficina de tía Nicole para decirle lo ocurrido hace minutos y que me entregue otro uniforme para volver a trabajar.
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Enamorándose otra vez #EOV (Pausada)
Teen FictionBonnie Anderson tiene 17 años, es bonita, alegre y espontánea. Le gusta los libros, tomar café y nadar. Vive con su mama y su hermano mayor Scott, está en su último año escolar. Su mejor amiga es Sally Williams, agresiva, fiestera y alocada. Bonnie...