MEMORY LANE

Capitulo 5: ¿Quién es Jessy?

Fui a buscar mi teléfono, vi de lejos a Chris que ensayaba y me saludo con la mano sin acercarse afortunadamente, ya que después del encuentro me sentía helada, casi paralizada y no quería que lo notara, no quería dar explicaciones, así que salí, respondí el saludo y volví donde Amber.

–¿Tú para todo te demoras últimamente no crees?— Dice mirando a Doug.

–Quizás se está poniendo vieja.— Le responde mientras sube al auto.

–Gracias Dougie.—Dije sarcásticamente.–Amber creo que voy a mi casa, lo siento. Adiós chicos.

Solo escuche a Amber pidiendo que me esperara, que quería saber que había pasado, pero no me importó, quería que llegara la noche y que por favor el estuviera allí al otro lado de la puerta tocando el timbre, que no me fallara.

Entre a mi casa y Amber me llamo a mi celular
–¿Que sucede contigo? ¿te molestó lo que te dijo Doug?

–¿Qué? ¡no!, lo siento si pareció así pero eso no fue...

–Alisson, explícame que es lo que sucede, actúas extraña hoy–Dijo seriamente.

Hice una breve pausa...

–Estoy bien, hablamos mañana, prometo explicártelo todo.

–Creo en tu promesa de que estás bien... por favor cualquier cosa aquí estoy.

–Gracias, adiós.

Colgué y entre a mi habitación, abrí la llave de la tina y junté agua, quería deshacerme en esa tina con agua, me sentía muy tensa y necesitaba desahogarme de alguna manera. Coloque música y me quede ahí esperando relajarme...

¿Que horas eran?, miro el teléfono y veo 8:45pm, ¿En que momento perdí el conocimiento? Danny si llegaba llegaría en cualquier momento, me dormí profundamente y la tina tenía muy poca agua, me salí de un salto a mi cuarto, me vestí, solo me puse unos jeans negros, zapatillas blancas y un poleron negro, no quería parecer tan entusiasmada, estaba enojada.

Me puse a ver Netflix mientras llegaba y comer algo cuando no pasan más de 20 min de mi película y escucho la puerta...
De nuevo mi corazón empieza a latir muy fuerte, pero tenía que relajarme para abrirla, respire hondo y abrí

–Hey...—Dije calmada.

–Hola, ¿puedo pasar?.—dijo con una sonrisa.

Lo dejo pasar, y esta vez ya no parecía prófugo de la justicia, parecía Danny. Se notaba relajado y nervioso lo cual me causo ternura y provocó que me sintiera más tranquila. Era mi depto, tenía que hacerlo sentir cómodo.
Fuimos a la cocina a sentarnos y ofrecerle algo para comer.

–Toma, para que quites esa cara de espanto.—Le dije sonriendo, deslizando una Coca-cola por la mesa.

–¿Pu-Puedo... sentarme a tu lado?—Dijo del otro lado de la mesa.

–Si adelante.—Dije sin parar de sonreír.

Se para y se sienta a mi lado.

–¿Por qué quisiste venir aquí, porque no podías hablar conmigo cuando nos vimos?

–Tenía mucho riesgo de estar siendo observado, ¿tú que crees?, por eso estaba tan cubierto.—Dijo mirando hacia su bebida.