CUANDO EL SOL SE ASOMA ➦ Showki

01

Hyun Woo suspiró una vez más, dejando que el sonido se perdiera en el silencio de su oficina. Sus dedos tamborileaban sobre el escritorio en un ritmo inquieto, mientras las manecillas del reloj marcaban el tiempo. Con un sorbo de su lata de Coca-Cola, se sumergió de nuevo en sus pensamientos, todos ellos girando en torno a una sola persona: Yoo Kihyun, el profesor de historia.

Cada detalle de Kihyun parecía eclipsarlo de alguna manera. ¿Qué era exactamente lo que lo atraía? ¿Era su rostro, delicadamente esculpido por la mano de un artista, o su sonrisa, que parecía iluminar incluso los días más oscuros? Quizás era la gracia con la que se movía, como si cada gesto estuviera coreografiado con precisión.

Hyun Woo no podía evitar sentirse cautivado por todo lo que era Kihyun. Su corazón latía con fuerza cada vez que lo veía, y aunque intentaba negarlo, sabía que se había enamorado irremediablemente.

Hyun Woo se encontraba inmerso en sus pensamientos, tan absorbido por la imagen de Yoo Kihyun que apenas notó cuando Hoseok, su amigo de toda la vida, lo llamó.

—Uno, dos, uno, dos, ¿Sigues ahí, Hyung?—Hoseok lo atrajo de vuelta a la realidad con su tono divertido. Hyun Woo se disculpó distraído, sin haberse percatado de que lo había estado ignorando.

—Lo siento, Ho. ¿Estabas diciéndome algo?—.Preguntó Hyun Woo, intentando enmendar su descuido.

Hoseok rió suavemente y negó con la cabeza.

—¿Estabas pensando en él de nuevo, verdad?—El pelinegro se sonrojó ligeramente antes de asentir—Hyung, ustedes dos tienen una buena química, créeme. Te conozco desde hace años y es diferente a tus otras parejas. ¿Por qué no lo intentas?

Hyun Woo suspiró y jugueteó con sus dedos, sintiendo una mezcla de nerviosismo y emoción.

—No lo sé. Aunque quisiera armarme de valor, mi mente se queda en blanco y mi boca se niega a decir algo coherente—admitió con una risa nerviosa—La última vez que quise invitarlo a tomar un café, solo se me ocurrió preguntarle sobre su sabor favorito.

Bajó la cabeza avergonzado mientras Hoseok reía suavemente.

—Oh, Hyung, es difícil cuando se trata de la persona que te gusta—comentó Hoseok mientras daba el último bocado a su ramen y se limpiaba los labios con la servilleta—Estoy seguro de que podrás hacerlo. Cuando invité a salir a Haneul y ella aceptó, sentí tanta emoción que quise abrazarla y terminé golpeando su mejilla por error al querer celebrar de felicidad

—¿Te emocionaste demasiado?—. Preguntó Hyun Woo con una sonrisa divertida.

—Bueno, ella me gusta demasiado. En ese momento, pensé que sería rechazado. Nunca mostró señales de querer corresponder de la misma forma, pero nunca lo sabrás si no te arriesgas—, reflexionó Hoseok.—Bueno, me voy. Tengo clase con los chicos de segundo. Piénsalo, Hyun Woo—concluyó palmeando el hombro de su amigo antes de salir, dejándolo con un tumulto de emociones y pensamientos sobre la posibilidad de dar el siguiente paso.

Arriesgarse.... ¿Podría hacerlo?

El timbre sonó y los alumnos se retiraron uno a uno, algunos corriendo y otros tomándose su tiempo para recoger sus cosas sin tanta prisa. Borró la pizarra donde había escrito el tema de la clase de ese día.

Los chicos de tercero podían ser difíciles a veces, pero él entendía la etapa en la que se encontraban. Además de ser adolescentes, estaban planeando su futuro y enfrentaban una fuerte presión. Tenían que decidir a qué universidad ingresar y lidiar con las exigencias de estudiar para rendir en el examen más exhaustivo y temido por todos los estudiantes: el "Suneung".