Capítulo 2

382 36 8
                                    


Los Titanes. Un grupo de muchachos acostumbrados a moverse en bloque y que seguramente se verían cien veces mejor con algo de slow motion y un ventilador que los despeine lo suficiente como para causar revuelo en los pasillos de GHS. El capitán del equipo, Vince, era quien llevaba la delantera y siempre contaba chistes de humor negro para hacer reír al resto. Capitán del equipo y demasiado cliché para mi propio gusto. Dustin es su sombra. Donde sea que el líder vaya, él le sigue, aunque en asuntos de castigos, el primero siempre consigue salvarse y el segundo termina perjudicado y con bajas notas. Al resto no los conozco, y aunque muchas personas podrían (podríamos) asegurar que se ven como auténticos rompecorazones, muchos de ellos son más bien divertidos y fanáticos de los videojuegos y los cómics. Basando su día en memes y otros entretenimientos. No son malos chicos, pero las etiqueta de populares, sólo por pertenecer a un equipo deportivo, tampoco les pesa.

—Me cuesta creer que vayamos a una fiesta de Dustin Hills. Es decir, es un chico agradable, pero nuestras conversaciones se resumen a sus preguntas sobre la hora.

Solté una risotada contagiosa.

—¿Qué? Admite que hasta tú estás sorprendida de haber caído en esto. No nos veo como las excluidas ni mucho menos, sólo que no es lo que acostumbramos a hacer. Y menos un día de clases.

Melanie era una fiel fanática de las responsabilidades, y su obsesión por tener todo listo y a su gusto, la llevaba a estresarse cuando perdía tiempo o peor, cuando otros se lo hacían perder. Ultra detallista, pero es exactamente lo mismo que nos volvió tan amigas. Lo bien que encajamos con la frase "como el agua y el aceite" y, sin embargo, así nos queremos.

Suspiré, apenas encogida de hombros.

—No sé si es una caída —aclaré en principio—, estamos en tu auto yendo a una fiesta que ninguna de las dos teníamos planeado asistir. Muy espontáneo, pero si te lo pregunto, ¿me vas a decir que estás arrepentida?

—Es muy temprano para contestar a esa pregunta —dio su opinión, deteniendo su vehículo en un semáforo en rojo—, hasta no llegar y ver cómo resulta todo, no puedo responder.

—A mí ya me alegra que te hayas decidido por salir, aunque el motivo haya sido mi malla de Star Wars.

Con aquello provoqué que pudiera reírse un poco. Con la separación tan reciente, la notaba alejada, como si se evitara a ella misma. Y tampoco sabía qué hacer, ni si quería enterarme de algún método para ayudarla, porque siendo honesta, no soy una experimentada en el tema. Pocas veces estuve en pareja y todas acabaron por mi culpa, bueno, no porque hubiese hecho algo malo. Mejor dicho: porque yo tomé la decisión. Ponerme en su lugar, no podía. Prefería darle motivos para distraerse, aunque fuese por unos minutos.

—Creo que es esa casa. —Apunté. Y era algo evidente, ya se podía escuchar la música de Kendric Lamar a todo volumen, además de otros chicos del colegio haciendo su entrada a la casa.

Tras buscar un buen espacio para aparcar el auto, nos sumamos al resto. El ambiente se veía amigable. No había rastro de personas ebrias. Sólo una mesa de pool, otra de pingpong y varias pequeñas rondas de amigos que conversaban entre ellos.

—¡Mi favorita! —Gritó Dustin emocionado de pillarme en el marco de la puerta. Como en la clase, me abrazó con fuerza y dejó un beso en mi frente— Me emociona que estés aquí. Oh, tú eres la que siempre me ayuda cuando me pierdo en la clase, ¡también eres mi favorita! —Saludó con efusividad a una Melanie que parecía pedir auxilio— Pasen y acomódense. El resto del grupo está en la piscina, yo estaba luchando con un barril de cerveza.

Fall (REESCRIBIENDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora