Capítulo 1.

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Harley POV:

¡Boom!

Oí desde la distancia. Sentí como la bomba explotó destruyendo todo a su alrededor, apreciando los pedazos del que fue un edificio rozando mi piel. Aplaudí un poco y le dediqué una amplia sonrisa a mi puddin, quien observaba maravillado el reciente espectáculo. Ahora sólo debíamos esperar a Batsy, él era el esperado cierre del show; con él podríamos culminar la broma. Las sirenas policiales se escuchaban cercanas, y no pude evitar sonreír al reparar que jamás encontrarían a los culpables de tan descabellado crimen. Los minutos pasaron lentos, y ni rastro había del murciélago y del estúpido de Robin, su molesto ayudante. A veces siento lástima por él, es tan debilucho y torpe.

-Puddin, deberíamos ir a buscarlos ¿no crees? -Recomendé tomando mis armas y encargándome de encontrar las de Mr. J

Él asintió, de modo que lo seguí hacia lo poco que quedaba de la construcción. Nos detuvimos enfrente de la gran puerta de vidrio a medio destruir, procurando introducirnos sin resultar cortados por los trozos filudos del cristal. Adentro no era mejor. El techo se caía a pedazos, el suelo estaba dividido justo a la mitad y ni hablar del ambiente. El impertinente polvillo que emanaba del cemento flotaba por la habitación, implantándose en mi nariz. Mr. J se estancó delante de una disforme escalera, la cual parecía querer caerse en cualquier segundo. Me entregó su chaqueta y la mayoría de sus armas, quedándose únicamente con un revólver de alto calibre. Dejé los objetos a un lado y me dispuse a seguirlo.

-Harley, ¿qué demonios estás haciendo? -Preguntó mi puddin, mirándome con extraña rareza en sus ojos.

-Pues iré contigo. ¿No pretenderás ir solo, cierto? -Me crucé de brazos, irritada.

-¡Harley eres una buena para nada! -Gritó, exasperado. -Esto es sólo entre Batman y yo, sin interrupciones de por medio ¿comprendes? Y tú, dulzura, eres un pasatiempo demasiado enorme. Así que serás buena chica y te quedarás aquí, esperándome. -Amonestó, para después completar su travesía hacia el tejado.

Gruñí realmente molesta y me ubiqué de piernas cruzadas sobre el piso. ¡Es increíble! ¡No puedo creer que ese tonto de Batsy sea más importante que yo! ¿Yo, un pasatiempo? No payasito, Harley Quinn es y siempre será, la reina del crimen.

-Esto es sólo entre Batman y yo.
-Lo imité con burla, mientras manipulaba una esferita entre mis manos.

Le demostraría que yo era mejor que el murciélago. ¡Yo y sólo yo debía ser su complemento! Pero ya se daría cuenta de su error, y espero que no sea demasiado tarde. Me puse de pie y limpié un poco mi traje, puesto que se había ensuciado con la tierra húmeda que se esparcía por el piso. Le di una mirada incrédula a la escalera y pasé junto a ella con aire de orgullo. Ya vería ese payaso el error que estaba cometiendo. Apoyé mis brazos en la baranda del balcón, observando la oscura ciudad de Gotham. De pronto, oí aquella dulce melodía, aquel sonido que ponía a latir mi corazón con merecida tenacidad. La risa de mi puddin. Seguramente Batsy debió haberle dicho algo muy gracioso; vaya capacidad que tiene para sacarle tantas sonrisas. Sentí un poco de odio, y quizás se deba a que estaba algo celosa de Batman. Mr. J siempre decía que él era un complemento más que un enemigo y bla bla bla.

Me di la vuelta, dispuesta a irme del lugar, pues Mr. J se oía divertido, y tal vez no se iría hasta un buen rato. Salí del espacioso edificio y recorrí las calles con la mirada, en busca de algún vehículo que pudiera llevarme de regreso a la guarida. Un Ford color negro, perfectamente estacionado, llamó mi atención por completo. Me acerqué maravillada, resguardando mi protección de los policías que de seguro rondaban por allí. Estaba a punto de romper la ventanilla con mi bate, cuando sin previo aviso, percibí el sonido de un cristal rompiéndose fuerte. Como si un objeto pesado hubiese impactado contra él. Mi pecho se estremeció y recibí una señal eléctrica de mi cerebro, haciéndome imaginar el peor de los escenarios. Corrí en dirección a los amplios ventanales, y en el más horrible apogeo, observé a mi puddin cayendo directamente en destino al sólido asfalto. Sucedió tan rápido, que no tuve ni tiempo de ayudarle, y sólo reaccioné cuando lo vi en el suelo, rodeado de un gigantesco charco de sangre. Lo último que distinguí, fue a Batman cubriéndose con su capa, lo que me indicó que él había asesinado al villano más temido de todo Gotham.

Joker POV:

Terminé de subir las escaleras y me encontré con una habitación vacía, carente de todo tipo de alma. A excepción de la mía, si es que aún la conservo. Miré alrededor, esperando la maravillosa aparición de Batman, quien de seguro se encontraba por allí escondiéndose. Por algunos escasos instantes quise abortar mi misión, pero un delicado murmullo lo delató, revelándome su muy planificado escondite. El murciélago salió de la oscuridad, con aquella mirada fría que le caracterizaba tanto. Reí tan fuerte como pude al ver que sacaba unas esposas y un arma, y aún más reí al ver al tarado de Robin.

-Demasiado tarde payaso. Es mejor que te entregues, así, quizás, te den menos años en prisión. -Habló el murciélago.

-¿Nunca te has puesto a pensar en la vida? A veces es injusta y en otras ocasiones tan bella que...

-Cierra la boca, psicópata. No caeremos en tus juegos mentales, estás loco. Eres un monstruo. -Me interrumpió Robin, acercándose a de forma amenazante.

Retrocedí.

-Un asesino, un cobarde.
-Continuó.

»Cobarde. Cobarde. Cobarde« No podía, no así. Retrocedí asustado, temblando, sudando. No esa palabra, otra vez. El ventanal se extendía detrás de mí, y no fue sino por un simple tropezón, que caí al vacío. Algo me hizo resbalar. Ellos querían asesinarme, y yo, estúpidamente cedí ante ellos.

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¡Holi! ¡Bienvenido/da a este nuevo proyecto! Espero les haya gustado éste primer capítulo :3 ❤

»Gotham: La ciudad del crimen.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora