Capítulo 6.

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[Real]/Joker POV:

¿Quién soy yo? Esa pregunta se repetía una y otra vez en mi cabeza. Mi último recuerdo se funge de mí, con un elegante traje saliendo de mi casa. No sé porque mi rostro luce de ésta manera, ni menos sé cómo llegué aquí, a prisión. Todos dicen que soy el Joker, pero jamás he escuchado ese nombre en mi vida. Lo más probable es que alguien me haya inculpado. El oficial Gordon dice que debo decir la verdad y dejar de fingir que no sé quién soy, pero la verdad es que no tengo la mínima idea de la realidad. Sólo quiero salir de aquí. Las pesadillas me atormentan cada noche, no he podido dormir bien. Son escenas borrosas, en las cuales aparezco yo, con éste rostro, asesinando personas y causando caos. Pero, para ser sincero, hay una cosa que ha llamado mucho mi atención últimamente: alguien se repite demasiado en mis pesadillas. Es una mujer. Siempre está ahí, observándome.

-Hora de tu sesión con la señorita Patrick. -Señaló un guardia abriendo la reja.

Yo simplemente asentí y dejé que me colocaran la camisa de fuerza. Bajé la mirada y nos dirigimos hacia aquella oficina. Esos sucesos no me dejan en paz. No me permiten pensar con claridad. Esas pesadillas se recrean siempre, por eso ya odio cuando la noche llega. No quiero dormir por el simple hecho de que tendré que verme, asesinado gente. El guardia abrió la puerta y me dejó pasar. La señorita Patrick era una señora ya mayor, pero muy amable. Se tomaba el tiempo de comprenderme, y era prácticamente la única que me creía. Hablar con ella me daría la paz que necesitaba. Apenas entré, un suave aroma a canela inundó mis fosas nasales.

-Buenos días, Jack. Toma asiento, por favor. -Pidió indicándome una silla.

Me senté con la vista fija en el suelo. Sentí una fuerte opresión en el pecho y un áspero nudo en la garganta. Todo me tenía muy mal. Quería irme, salir de allí.

-¿Hay algo que quieras contarme? Te ves muy triste.
-Comentó casualmente, tomando un bolígrafo y una libreta.

-De hecho sí. Yo... -Ella me miró comprensiva, pidiéndome que continuara. -...he tenido muchas pesadillas recientemente.

-Ya veo. ¿Qué clase de pesadillas? ¿Podrías relatármelas? -Asentí.

-Estoy yo, con éste extraño rostro. Luego veo la ciudad. Me siento feliz. Tomo un arma y disparo por doquier, asesinando a quien se interponga. -Cerré ambos ojos, conteniendo las lágrimas. -Pero hay algo más... hay una mujer que siempre está conmigo.

-¿Una mujer? Descríbela para mí, Jack. -Solicitó, y escribió lo que dije en la libreta.

-No es muy alta. Es rubia y tiene unos preciosos ojos azules. Amo su risa y... -Sonreí.

-De casualidad ¿no sabrás su nombre? ¿Te lo ha dicho alguna vez?

-Harley. Harley Quinn. -Solté, y la señora Patrick sólo se limitó a sonreír.

Robin POV:

El brillante sol matutino se asomaba por las colinas, y la gente, como de costumbre partía a sus respectivos trabajos. Hacía algunos días que no sabía nada de Harley, y menos de Bruce, así que yo mismo iría a buscarlo a su mansión. Un escalofrío me recorrió en cuanto reparé de que quizás la ausencia de Bruce se debía a Harley, y que posiblemente pudiese haberle asesinado, como una venganza por lo que sucedió con el Joker. Sería mi culpa, pero después de todo yo también necesitaba un poco de venganza. Siempre tomé en cuenta los consejos de Alfred, el mayordomo de Bruce: "ese rencor que guardas por el Sr. Wayne no te llevará a ninguna parte", pero no podía evitar sentirme... así. Tan poca cosa, siempre estando tras de él, siendo su inútil e infructífera sombra. Una vez afuera de la inmensa puerta, procedí a tocar.

-Robin, un placer verte de nuevo.   -Saludó Alfred. -¿Buscas al Sr. Wayne?

-Sí, hace días que no lo he visto. La ciudad no se protegerá sola, ¿verdad? -Ambos sonreímos.

-Toda la razón, muchacho. Pero lamentablemente él no se encuentra. Hace un par de días salió sin avisarle a nadie, sólo dejó una nota avisando que se iría por un viaje de negocios.
-Me informó algo apenado.

Le di las gracias y me destiné hacia mi auto. Algo no me cuadraba, y era el simple hecho de que Bruce haya salido sin avisarme. Sé que no es su obligación, ni mucho menos mi derecho, pero siempre suele decirme cuando la ciudad estará a mi completa protección. Eso por una parte me facilitaría el robarle el puesto de Protector de Gotham City, pero a pesar de mi rencor, estaba claro que algo raro estaba pasando. Así que luego de encender el motor, aceleré hacia la Baticueva, ya que probablemente algo allí podría darme una pista. Todo se volvió raro en él desde lo del Joker, y la mentira que le inventé.

* * *
Tomé mucho aire y suspiré, para posteriormente intentar abrir la puerta. Esperaba que tuviese que dar un golpe contundente para abrirla o algo por el estilo, pero la verdad es que ya estaba entreabierta. Muy sospechoso. Batman jamás haría algo así. Me adentré en el lugar y todo era un desastre. La computadora estaba encendida y todo los papeles por el suelo. Armas y demás cosas estaba disparatadas por la zona. Comencé revisando los estantes. Todo parecía estar en su correcto sitio, al menos ahí.

A excepción de una cosa.

Retrocedí por mis pasos y tomé entre mis manos una bolsa color negro. Adentro había maquillaje. Pero no cualquiera. Maquillaje para el rostro, casualmente de las tonalidades blanco y rojo. Además de tinte verde para el cabello. Aquello era demasiado parecido al... Joker. Cogí unas notas que yacían sobre el escritorio, y mi confusión creció mucho más.

[Plano número 01]

Paso 1: convertirme en el payaso.
Paso 2: convencer a Harley Quinn.
Paso 3: deshacerme de mi antiguo yo.

Y entonces lo supe. Batman estaba suplantando la identidad del Joker.

»Gotham: La ciudad del crimen.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora