Capitulo 20

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-¿De verdad te tienes que ir? -Pregunto ____ recargada en la puerta de la habitación.

-Sabes que tengo que hacerlo. Han pasado tres meses de que no practico y si quiero competir tengo que irme, a menos que desees que abandone la nascar -musito Justin, dejando de guardar todo en la maleta. Se dio vuelta para observar a _____.

-No, no puedes abandonar la carrera. Acordamos dar lo mejor de cada uno, así que si eso me separa de ti un tiempo lo voy a soportar -Justin volvió a su tarea anterior dejando escapar un suspiro de resignación. Sintió los brazos de su chica rodearle la cintura.

-Te extrañare más que a nadie.

-Yo igual, pero sabes que vendré lo más seguido posible.

-lo sé. Solo quiero que esa maldita competencia termine de una buena vez. Lo que antes me apasionaba ahora lo veo como un obstáculo.

-Yo siento lo mismo. -_____ le dio un beso en la espalda desnuda y se abrazo mas a el.

-Vete a duchar, yo seguiré empacando tus cosas -Justin asintió y se dio vuelta para verle a los ojos.

-Te quiero preciosa -Le beso la frente quedándose un rato en esa posición.

-Ve a ducharte, no querrás perder tu vuelo -Le dijo ella con la voz entrecortada.

-Si supieras que es lo que más deseo en estos momentos -____ rió limpiándose una solitaria lágrima.

Cuando Justin se fue a bañar, _____ siguió guardando su ropa en la maleta. Ordenaba todo con sumo cuidado. En esos momentos lo que más quería era ser como aquellas chicas malas de las películas, que hacían lo que fuese por quedarse con el muchacho bonito. Quería ser egoísta y no dejar que Justin se fuese. Pero su madre antes de morir no la había criado así. Y si algo se le quedo grabado en su mente fue una frase que su madre le dijo unos meses antes de morir cuando ella aun no se quería despegar de su conejito, "Si amas a alguien déjalo ir" ". Al principio ella no entendió a que se refería. Siendo tan niña no entendió aquellas palabras, pero luego el día del entierro de la mujer que la trajo a la vida, supo que significaba. Y tuvo que madurar de un segundo a otro, y soportar queriendo verse fuerte ante todos. Ante sus hermanos que lloraban encima del ataúd, ante su padre que estaba en un estado de locura, ante todos los presentes. Sus ojos solo se llenaban de lágrimas, que no dejaba escapar en absoluto y su mente divagaba en un lugar muy lejano donde le prometía a su madre dejarla ir y ser fuerte. Por eso esa frase significaba tanto para ella, y si Justin tenía que irse por un tiempo ella lo entendía. Porque a final de cuentas, ellos volverían. Siguió guardando la ropa, dejando una muda para que Justin se cambiase ahora. Cuando termino se sentó en el borde de la cama a esperar que el chico saliese del baño. Se arreglo su cabello en un moño desordenado al momento que Justin salía del baño.

Lo ayudo a vestirse, besándolo cada tanto que podía, así despidiéndose de a poco. Le dejo la chaqueta negra de piel que ella le había obsequiado de último, colocándose de puntillas para darle un beso en el mentón.

-Te quedas con uno de mis polos para salir -señalo la camiseta manga larga que ____ llevaba puesta, y que sin duda le quedaba grande.

-Realmente me encanta usar tu ropa, además de que tiene tu olor tengo algo con que recordarte.

-No me diga señorita Bieber -Le sonrió seductoramente para luego besarle el cuello -No sabes lo ardiente que te ves con ella puesta, sin contar que solo llevas una mini tanga. -La beso en los labios soltándole el moño, dejando su largo y espeso cabello suelto.

-Se te hará tarde -Le susurro ella en un jadeo. Justin la ignoro y siguió besándola, cuando los besos se prolongaron y las caricias iban en aumento _____ se separo- Ya es hora, vamos. -Ambos bajaban las escaleras, _____ detrás de Justin, un poco rezagada. La bocina de lo que debía ser el taxi se escucho. _____ se quedo quieta a mitad de escaleras, respiro fuertemente y siguió bajando, Justin la esperaba en la puerta principal para despedirse de ella.

-Cuídate mucho, ¿Ok? -_____ asintió con una sonrisa.

-Nada de chicas, ¿Ok? -Justin asintió sonriendo, mientras le acomodaba un mechón de cabello detrás de la oreja.

-Aliméntate bien, entrena duro y hazme sentir orgulloso.

-Lo mismo para ti Bieber -Se dieron un largo beso, cargado de amor y esperanzas.

-Eres mi vida preciosa, no lo olvides. -Tomo la maleta en la mano y abrió la puerta para irse.

-Y tú la mía cielo. Cuídate. -Se despidieron finalmente. Justin subió al taxi y _____ cerró la puerta tras ella. Dio un largo suspiro y subió a darse una ducha. A pesar de ser fin de semana, ella necesitaba practicar y conducir.

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Los primeros meses desde que Justin se fuera habían sido estupendos. El iba a Roma cada vez que su padre se lo permitía y que su agenda no estaba llena de compromisos, ya sea entrevistas, sesiones de fotos, firma con patrocinadores, etcétera. _____, siempre tenía espacio para él, y cada vez que iba de visita por dos días enteros o tres ella cancelaba todos sus compromisos solo para estar con él. Se quedaban en la villa viendo alguna que otra película, disfrutándose el uno al otro, iban de paseo, ya sea picnic, al zoológico, algún parque, sitios históricos o hasta algún museo. Por las noches iban a cenas románticas, a los mejores restaurantes de Roma o se quedaban en alguna montaña ver las estrellas con el telescopio del abuelo de ______.

Pero no todo lo que brilla es oro, luego de varios meses las visitas iban disminuyendo, los desplantes y malos ratos se incrementaban. Justin ya no llamaba seguido, no contestaba los llamados y mucho menos iba a Roma. Cuando se dignaba a contestar su voz era fría y cortante, con un "hola, bien, estoy ocupado, te llamo luego" era como hablaba con _____. Ella lo había visto en algunas revistas deportivas, y en su dedo anular ya no llevaba el anillo. En ese momento no supo si llorar o llamar a Justin y acabar con todo de raíz.

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Había hablado con Valeria, que ya tenía varios meses de embarazo, y disimuladamente le había preguntado cómo estaba Justin con ellos, a lo que ella le respondió con un "mejor que nunca" que le hizo a _____ un agujero en el corazón. Había optado por esperar a que Justin viniese, al fin y al cabo solo habían pasado dos meses desde que el no había vuelto a Roma. Su anillo lo llevaba en un collar, como si fuese un dije, y cada noche lo acariciaba hasta quedarse dormida. Su amistad con Marco Benedetti había crecido, _____ había encontrado en él un amigo excepcional y aunque este sintiera cosas por _____ y ella lo supiera jamás se había querido sobrepasar con ella. Ya que el chico conocía los sentimientos de _____ y hasta hace poco se había enterado de que la muchacha estaba casada.

Un domingo que _____ se encontraba en la pista manejando sola, sintió un mareo repentino y por poco pierde el control del auto. Cuando logro frenar se quito el casco blanco y apoyo la cabeza en el volante, abrió el vidrio y dejo salir el vomitó. Lo único que tenía en el estómago era el desayuno y ya eran más de las 6pm por lo que pensó que su repentino mareo era nada más que falta de alimento. Tomo agua de la botella y escupió afuera del auto para quitarse el sabor del vomitó. Siguió manejando, hasta que la noche ya empezaba a caer. Dejo su auto de carrera en el taller que la pista tenía y se fue a los vestidores. Se quito las botas tirándolas por cualquier lado, y se bajo la cremallera del traje, dejándole la parte de arriba hasta la cintura. Se quito las medias, y termino de bajarse el traje hasta quedar en ropa interior. Un nuevo mareo le llego y se tuvo que agarrar del locker para no caer. Espero unos minutos y cuando ya volvía a estar bien se metió a dar una ducha con agua fría. Se quedo unos minutos bajo la lluvia artificial y cuando ya estuvo lista salió. Se vistió rápidamente y se fue al auto que le habían dado los entrenadores de su equipo para que se movilizará estando en Roma.

Cuando llego a la villa sintió la necesidad de comerse una banana, pese a que ella siempre había aborrecido aquella fruta. No le dio importancia, hasta que llevaba una docena de bananas. Al ver la fruta que se estaba comiendo la dejo de comer y subió a su habitación. Se acostó de lado y aferró el anillo a su mano como cada noche hacia. Sintió frío aquella noche y pensó que debía estar haciendo Justin en aquellos momentos. Durmió como una bebe. En la mañana, no fue el despertador que la despertó, ni los pajaritos, ni el sol dándole en la cara. Eran las ganas de ir a vomitar que no la dejaban respirar. Corrió hasta el wáter y dejo escapar las arcadas. Cuando termino se levanto con poca fuerza y se lavo los dientes y la cara. Pensando en que aquello no era normal se dio una ducha, le envío un texto a Marco para avisarle que llegaría tarde. Se vistió con ropa casual y sin desayunar se fue en su auto para hacerse un chequeo.

Amor ClandestinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora