Everything Or Nothing

• ¡PÓNGAME LOS CUERNOS!

• ¡PÓNGAME LOS CUERNOS!
                                                    
Le doy permiso,
de que me ponga los cuernos; que me ponga los cachos, dicen los colombianos...
Pero con alguien, ¡que verdaderamente valga la pena! No con una simple mujerzuela, de esas que se pueden encontrar, en cualquier​ esquina, o de las que se desnudan por un vil like,
en alguna aplicación...
Séame infiel, pero con una dama... Que ame los libros
y le guste el excitante olor de sus páginas,
al ojearlos;  obviamente, que los lea y relea.
Que no los tenga, sólo de adorno,en algún librero tipo vintage.
¡Que sea una belleza!
Tanto externa como interiormente,
¿de qué sirve una muñequita de porcelana,
si está hueca por dentro?
En este punto, si exijo que a la mujer le guste arreglarse...
y no precisamente para ¡usted!
Para ella misma;que se sienta tan agusto,  que si le da la regalada gana, salir un fin de semana, sin ninguna gota de maquillaje, un pants,
tenis y con el pelo enmarañado o peinado en un chongo,
se sienta cómoda y le valga lo que piensen de ella, las miradas inquietantes y las voces juzgantes.
Que le gusten los retos de cualquier tipo
y más los mentales...
¡que se queme las neuronas!
En este punto, tengo que aclarar un requisito que para mí, es fundamental:
Si está en medio de una conversación,
y el tema es de su conocimiento, que opine;
si no, que elija mantenerse sólo de oyente
y que esté abierta al nuevo aprendizaje.
No soportaría verlo del brazo,
de una mujer escultural,
pero con ¡tremenda estupidez descomunal!
¡Que ame la vida!
Que se ame a sí misma y después, a usted.
Que le encante reír a carcajadas, aunque parezca una desquiciada.
Que le haga bromas y que le mate con sus ocurrencias.
Que sepa burlarse de sí misma.
Que sepa darle su espacio, cuando lo requiera y también se apoye en usted,
cuando lo necesite.
¡Ojo! Que no sea tan invasiva,
a tal grado, de que ambos se necesiten obsesivamente, como si uno fungiera, como el oxígeno del otro.
Que no sea para nada interesada;
si le va a querer, que sea por lo que es,
no por lo que tiene.
Que sea una mujer sensible y a la vez fuerte...¡No quiero una pinche sumisa de sustituta!
¡Ni madres!
Que le dé batalla tanto en una buena charla, como en la cama...
Y cuando sea el momento de desmoronarse, ¡que lo haga!
Que chille, que grite, que se sane por dentro...
Y cuando se sienta lista,
que se sacuda el polvo, se ponga los tacones y se reincorpore en su camino,
con paso firme y seguro...
Pero eso sí, ¡que sepa usar tacones!
Y me refiero a no sentirse altiva u omnipotente; nada de creerse más que otros, ni menos que cualquiera.
Que lo ataque a besos, que lo enamore a versos;
que lo mime con tal melosidad,
que le provoque diabetes emocional.
Que le haga el amor como su amada que es, y otras tantas veces, que se lo coja como una puta, ¡su puta y de nadie más!
Será un honor para mí, que a quien usted elija, le enseñe mis tips culinarios;
pero será responsabilidad de ella, que usted opte por chuparse los dedos, al terminar de degustar sus platillos.
No prometo, darle asesoría acerca de su postre preferido:Yo. Eso lo decidiré,
ya que me asegure de que es buena aprendiz.
Cuando usted la encuentre, yo misma seré su institutriz, y me aseguraré de que acepte la propuesta...
Le enseñaré cómo vestirse y maquillarse,
quizás algo de cómo comportarse;
le confesaré mis secretos, de cómo hacerlo llegar al clímax, de cuál es la ropa interior,
que a usted, lo hace estremecer
y aquello que a usted lo hace enloquecer,
en la intimidad. Mi permiso lo tiene;
sólo le advierto, que el día que decida hacerlo, ya no tendrá cabida en mi vida.
Porque soy mujer felina, jamás un simple rumiante.

Autora: Catarsis de una Poetisa Loca