Time is running out. (Destiel)

Time is running out...

Fic pokis sad, no es lo de siempre, hasta yo me sorprendí jejeje, pake luego no se anden quejando.

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Dean se acerco al espejo, se miro las ojeras, la nariz roja, los labios partidos, se miro la barba de tres días que no había podido afeitar, se miro y se dio cuenta de que todo lo que estaba mal con él tenia solo una causa: tiempo.
"Mierda..." suspiro, mojó la punta de sus dedos con unas gotas de agua que permitió salieran del grifo y se pasó los dedos por los ojos. "odio esto."
Camino hacia su cama y volvió a recostarse, reconsiderando si ese día debía salir o no. Se acerco a su mesa de noche para tomar una de sus tantas revistas viejas y por debajo de la manga de su chaqueta vio la luz verde de su brazo, no se animó a mirarla pero tampoco se detuvo a echar un vistazo.
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Maldijo de nuevo, tenia que salir quisiera o no.
Tomó otro abrigo de su clóset y salio a la fría mañana de invierno, Carolina del Norte era fría como el mismo infierno en esa época del año, y después de la instalación de las estaciones artificiales en América hacia aun mas frío.
Con el poco tiempo que ganaba no podía permitirse calefacción, o agua caliente, pero en las tiendas de segunda mano podía encontrar abrigos baratos así que se conformaba con eso.
Caminó sin prisa hacia la oficina de empleos temporales, en donde todos los días iba a colocar su nombre en una lista y esperar que lo llamasen de algún taciturno trabajo para ganarse hasta 10 horas y un plato de comida caliente, cosa que odiaba, cosa que aborrecía, cosa que había matado a su hermano y a su madre y a su padre y a casi toda su familia.
Recordó mientras caminaba lo fácil que fue su infancia antes del nuevo Régimen, en donde aun existía la moneda y su familia estaba acomodada económicamente, recordó como era recibir una mesada y gastarlo todo en golosinas, tenia años sin probar un gusano de gelatina o un chocolate con mantequilla de cacahuete. Recordó también lo difícil que fue acostumbrarse al Régimen del tiempo, lo distópico que sonaba al principio y como tuvieron que cambiar todo el dinero de su familia por tiempo... La nueva moneda era tiempo. Odió de nuevo ese maldito Régimen en el que vivía. Odio tener que vivir así, al día, ganando el tiempo que necesitaba para dormir, ganando el tiempo justo para no morir mientras dormía.
En las paredes de los edificios se encontraban pegados posters coloridos con distintas leyendas repetidas hasta el cansancio hasta en la televisión; "Encuentra a esa persona ideal, recuerda que el Régimen te da Tiempo a ti y a tu pareja: Viva el amor, ¡a procrear!" "El tiempo se puede terminar en cualquier momento, si no conoces a alguien, ¡Nosotros te ayudamos! Nueva oficina de reclutamiento amoroso, First Lane y Main St. 45" Se permitió dejar salir una risa sarcástica.

Gracias a la gran idea del tiempo siendo moneda pronto las personas decidieron que tener hijos era una malísima idea, todos comenzaron a vivir al día y nadie quería tener una carga más que añadir a la lista, así que poco a poco comenzó una crisis humanitaria en América, mas de la mitad de la población había muerto en el primer año del Régimen y con los años, mas personas se habían dejado morir, ahora Estados Unidos era un país que antes del Régimen podría conocerse como tercermundista, ahora todos los países lo eran... Todo por culpa del tiempo. Así que ahora el gobierno y las grandes empresas inversoras le pagaban a la gente para casarse y tener los mas hijos posibles, llegando al punto de modificar genéticamente a los pobladores para que, mujeres y hombres se pudieran embarazar y procrear. Dean lo consideraba una verdadera abominación.