El aula no.13

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Mis amigas me saludaron desde una punta del aula en el radiador donde estaban: Nerea, Paula y Miryam.

-Mark- Hola-

-Nerea- Hey que tal el verano?-

-Mark- Como siempre, mucha luz y mucho calor-

Todas soltamos una carcajada, somos las mejores amigas aunque un tanto diferentes, por ejemplo; a Nerea le gusta el calor mientras que yo lo odio, aunque ella sea llamada dama del fuego ya que estar junto a ella es como estar al lado de una hoguera, sigo junto a ella por que vale la pena, aunque menos mal que está Miryam para hacer aparecer un ventilador lo cual está muy bien.

-Paula- mirad quienes están en la otra esquina-

Miryam y yo nos giramos ya que estábamos de espaldas

-Paula- ¡pero más disimulado hombre!-

Nosotras nos volvimos a girar para volver a estar frente a ellas

-Miryam- Valla cinco-

Nos volvimos a reír tanto que casi se nos saltaban las lágrimas

-Mark- Van todas vestidas iguales-

-Nerea- Y encima tienen el mismo poder-

-Mark- Que poca personalidad-

-Paula- Por lo menos nosotras tenemos poderes distintos-

-Miryam- Y más complejos que los suyos que son de los más comunes e inútiles-

Nos volvimos a reír, se notaba que hacía mucho que no hablábamos.

Mientras reíamos noté una mano posarse en mi hombro y un escalofrío recorrió todo mi cuerpo, me gire para ver quién era y vi una pícara sonrisa con dos afilados colmillos asomando.

Era Adrián y detrás de este estaban Alejandro, Palazuelos y Mario.

-Adrian- Vaya, vaya a que vienen tantas risas-

Yo le lancé una mirada de desprecio a lo que el me repondio agrandando la sonrrisa de su pálido rostro y asi dejando ver todavía más esos colmillos terminados en punta que parecía que en cualquier momento este se abalanzaria sobre ti y absorberá toda la sangre de tu cuerpo además este nos miraba desde  arriba con unos ojos color miel que con los rayos del sol son más dorados parecidos a los de una serpiente.

-Mark- Parece que ya te acostumbraste a la luz del sol-

-Adrian- Pues si, pero a pesar de eso sigo teniendo las características de un vampiro, y hablando de eso, tengo sed, hace que no bebo sangre todo el verano, y la tulla huele muy dulce-

Se acercó vertiginosamente pero antes de que llegará a tocarme, hice un veloz movimiento con el  brazo, acompañado con el pie, girando hacia atrás mientras decía con plena tranquilidad.

-Mark- Atrás-

El retrocedió igual de rápido, se tropezó con el pie de Mario y se calló.

Yo le mire desde arriba con un media sonrisa, este me miraba con unos ojos de cachorro mientras vigilaba mis compañeras que estaban un paso detrás de mi riéndose a carcajadas, al igual que Alejandro que no pudo evitarlo y soltó una risa histérica, entonces, sonó un portazo.