Entre Familia.

Capitulo 2

La cena estaba transcurriendo bien, todos hablaban y conversaban plácidamente. En estos momentos le prestaba atención a Katherine quien relataba una pelea de su trabajo, ella y yo no eramos intimas amigas pero era mi "cuñada"  y nos llevábamos bien, aunque no puedo negar que en veces me sentía mal, y me repetía a mi misma que era una hipócrita, como podía estar hablando con la esposa del hombre con el que me acuesto.  De pronto sentí una punzada en mi estomago, y luego algo que subía por mi garganta.

—¿Estas bien? —pregunto amablemente Kathe. —te ves pálida.

—Ne-necesitó ir a-al baño —dije y salí corriendo.

Apenas entre y cerré la puerta  me bine en vomito en el inodoro, vomite y vomite hasta que sentí que se me salían las tripas. Oía a mi mama, papa, tía, hermano y un montón de gente más preguntar desde la puerta si estaba bien o si necesitaba algo.

—Estoy bien ya casi salgo —dije como pude.

—¿segura? —pregunto mama.

—Si, estoy bien —asegure.

Baje el agua y también la tapa para poder sentarme y mis lágrimas empezaron a salir, me sentía realmente mal. Después de que me di cuenta de que había pasado mucho tiempo adentro del baño, lavé   mi cara para refrescarme y trate de normalizar mi voz.

—¿Estas bien hija? —pregunto mi padre.

—Si, solo necesito descansar —dicho esto me despedí de todos y subí a mi habitación.

A la mañana siguiente...

Me desperté y me prepare como de costumbre para ir al colegio, iba a mantener este bebe en secreto lo mas que pudiera. Ana y yo habíamos quedado que al salir de la escuela íbamos a ir con un doctor para ver como estaba la salud del bebe y hacerle su primera ecografía.

—Hola papi, hola mami —, dije besando la frente de cada uno de ellos que ya se encontraban sentados en la mesa.

—Hola cariño ¿te sientes mejor? —pregunto mama.

—Si, ya estoy bien.

—Deberías de visitar un medico, esos mareos no son normales —. Dijo mi padre.

—Ay no es para tanto solo es un simple mareo, no es gran cosa, Tal vez tuve una mala digestión, verdad mami...

—Estoy de acuerdo con tu padre hija, tienes que ir al doctor —insiste.

—¡ay! Pero que drama —agarré una manzana y salí hacia el garaje, en lo que iba llegando, no todo que la puerta ya esta abierta, y después veo como el carro de Alex entra lentamente.

No quería verlo, ni si quiera su cara (hermosa y perfecta cara), pero... ¿que más  podía hacer?. Ahhmm si, creo que también es importante resaltar que, Alex trabajaba con mi padre aquí en casa, así que lo veía todos los días y a todas horas. Me subí rápido a mi auto antes de que el se bajara del suyo y arranque, pase buscando a Ana como era de costumbre, y nos fuimos al colegio.

...

Si les decía que mi día había sido maravilloso, definitivamente estaba mintiendo; me sentía de lo peor y de las 5 clases que había tenido hoy, no entendí nada de las pepas que hablaron los profesores. Le pedí el favor a Any de que condujera ya que no me sentía en condición para manejar.

Ya en el consultorio, nos encontrábamos en la sala de espera, estabamos rodeadas de mujeres con barrigas ENORMES, la mayoría con una inmensa cara de felicidad, acepción de una chica que tendría entre 17 y 18 años de edad, se veía desgastada y con los ojos llorosos, la única diferencia entre ella y yo, era que ella tenia a un chico a su lado que de verdad se veía emocionado, le agarraba la mano a la chica y le decía palabras de aliento, mientras que con la otra mano acariciaba su vientre. Me puse a pensar en que eso era lo único que le iba a faltar a mi y a mi bebe, pues como había dicho antes, me negaba a destruir a esa familia; además, si algo había aprendido de Alex era que es como una caja de sorpresas, nunca se sabe como reaccionará, y tenía miedo, miedo de que nos rechazara.

—Todos necesitamos un padre, y ese niño no es la excepción —, dice señalando mi vientre.

—¿como haces para leerme la mente? —pregunte con una sonrisa ladeada.

—no es juego Alejandra, ¿sabes los problemas que puede ocasiona la falta de un padre? —su cara mostraba absoluta seriedad.

—Lo se, pero no se como decirle además no quiero destruir una fami...

—Alejandra Long —, llamo la secretaria indicando que era mi turno

—Es hora —me dijo Any, entramos al consultorio del doctor y este nos recibió con una sonrisa.

—Buen día  doctor —salude amablemente.

—Buen día, sientate por favor —me indico e hice lo que dijo —sube un poco la camisa —cuando lo hice echo un gel frío en mi vientre y no pude evitar soltar un gemido. El río y empezó a ver hacia la pantalla —dime Alejandra ¿que edad tienes?.

—16 —mire hacia otro lado.

—wow, un poco joven.

Apreté mis labios fuertemente, —lo se.

El doctor me dijo que mirara a la pantalla, en ese momento solo vi manchas pero el empezó a explicarme todo, lágrimas empezaron a correr por mi rostro, no podía creer que un ser vivo estaba creciendo dentro de mi, también reprodujo el sonido de los latidos del corazón del bebe, lo que hizo que llorara más fuerte, pero tenia a Any tomando fuertemente de mi mano, y se lo agradecía enormemente; igualmente, me mencionó que tenia 8 semanas, hice memoria y recordé esa tarde en que Alex me había llevado a la casa de verano de mis padres y lo bien que lo habíamos pasado. No pude evitarlo y me sonroje, cosa que el doctor y mi amiga notaron.

—con que haciendo memoria ¿eh? —todos reímos ante el comentario de Any.

Salimos del consultorio y nos fuimos al centro comercial, compramos algunas ropas y algunas prendas que nos gustaron entre esas cosas Anna insistió en comprar una camisa de maternidad, ya que yo no quise comprarla, dijo que me la iba a regalar cuando se notara mi pansita, después de caminar un rato comimos helado, ella no paraba de hablar del bebe, de que debía contarle a mis padres, de que debía contar le a Alex y bla bla bla. Pero ya estaba cansada del tema, ¿le iba a decir a mis padres?, por su puesto que si, solo que no se cuando, ¿le iba a contar a Alex? Eso lo vería con el tiempo.  

—¡Anna Luisa ya por favor! —ella odiaba que la llamara por su nombre completo —¡podemos hablar de otra cosa por favor!

—Ok Ok —sube y baja sus dos manos haciende señas para que me calme. —Mmmm ¿como te preparas para tu cumple años?, ya solo faltan 10 días.

Mis ojos se abren como platos, con todo esto del bebé y los síntomas del embarazo ya hasta se me había olvidado mi cumple años.

Abisoooooo!!!  Los próximos 2 capítulos se vienen cosas muy fuertes, espero y estén disfrutando la novela.

Besos...