volviendo.

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Había pasado tanto. Quizás unos días, unos meses, unos años. Pero no importaba aquello, se había sentido una eternidad que pasaba lenta y tortuosamente como las olas que habitaban en un mar vacío de sentimientos como era mi alma sin ti.

A eso yo llamaba tortura, no tenerte, no amanecer contigo y no tomar tu mano en los fríos días de junio. Gélido.

Gélido igual que mis manos o mis piernas o mi rostro, que choca contra la brisa que azota la ciudad con ansiedad y desespero de intentar buscar a alguien que no llega ni va a llegar nunca; como tú, como yo, como ambos.

Daegu no es lo mismo sin tu presencia, sin tu canto ni tu baile. Ni mi cama deshecha ni la repisa con galletas glaseadas es la misma si tu figura que rebosa de sensual romanticismo - o viceversa, no se halla junto a mí o entre mis brazos.

Entonces te veo y tiemblo de nuevo, mas no por el frío, ni por el terror, sino que por el amor. El amor que poco a poco calienta mi alma y mi rostro enrojece. Te veo bajo la ventana, con el pelo mojado y los ojos confundidos, el ceño, que se te fruncía en momentos así, se veía tranquilo y osaba de paz.

Volví, volviste, volvimos.
Mi casa se siente casa,
mi cuerpo se siente cuerpo,
y mi mirada perdida, ahora
se pierde entre tu pecho.

Volviendo.
Entre estrellas te busqué,
y al final sí te encontré,
mil estrellas que bajarte,
al besarte sin tener que anhelarte.

kim taehyung & park jimin
final.
ENTRE ESTRELLAS
- que por fin se bajaron. -

entre estrellasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora