Parte 4

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Igual que con la chica, el chico es llevado adentro de alguna habitación. Unos minutos después un chico joven de alrededor treinta años entra a la sala de espera tan desesperado que de inmediato sé que es alguien cercano a los dos jóvenes que acaban de pasar.

— Disculpe, me avisaron que Kendra y Chace Sevilla ingresaron hace unos minutos—exclama inclinándose contra el mueble que separa a él y a la recepcionista de cabello castaño y aire de aburrimiento.

—Mmm—se limita a contestar mientras bosteza—. Voy a revisar—informa tecleando en la computadora.

Vaya, eso señores y señoras es atender a alguien desesperado con total paciencia, el muchacho no le queda de otra que esperar. Treinta y dos segundos después la chica sigue mirando el computador con suma tranquilidad sin responder. Yo influida por la poca paciencia que tengo yo misma, me levanto sin pensarlo y me dirijo al muchacho.

— Oye, ¿Tú amiga por si acaso está embarazada? —describo con miedo a meter las patas y confundir mi hipótesis.

— ¡Sí! — confirma angustiado esperando que al menos yo me digne a decirle algo que sirva.

— Según lo que yo escuche tuvieron un accidente, un camión chocó contra ellos—le informo sin detenerme a pensar cual manera es mejor para decir tales noticias—. Kendra venia hacia aquí con Chace antes de que pasara lo que paso.

—Gracias—balbucea sosteniéndose la cabeza imaginando el peor escenario, porque así somos nosotros, tenemos esperanza pero la realidad es mayor.

— Kendra no sabe que paso con Chace, se la llevaron hacia allá, a él también — lo miro tratando de transmitirle que las cosas no deben de estar bien—. Deberías ir primero con el chico—murmuro quedamente produciendo que logre captar lo que deseo decirle.

Un momento a veces es una historia[Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora