Parte 6

15 2 2
                                    

Todos salen de allí, dejando a los dos chicos solos, y aunque me sienta entrometida yo si me quedo. No puedo irme sin saber cómo acaba esto.

— ¿Cómo esta kendra? — logra articular con los ojos medio abiertos, buscando a su amigo.

—No estoy seguro—murmuro con el semblante triste, no puede fingir que todo está bien, no puede sonreír cuando le acababan de decir que su mejor amigo de toda la vida iba a marcharse, para siempre y sencillamente no puede hacer nada para evitarlo—, acabo de llegar pero no te preocupes, sé que estará bien.

— Pero yo no ¿cierto? —cuestiona con una media sonrisa temblorosa, Zac no responde se limita a mirar los últimos momentos que tendrá con alguien que dejara de ser, un sollozo desgarrador sale de su boca sin evitarlo, al mismo tiempo que unas lágrimas rebeldes se paseaban por las mejillas de Chase, sus ojos verdes están rojizos y vidriosos antes de que decida que no puede perder el tiempo — Quiero que me prometas algo, por favor.

Zac asiente acercándose más a la camilla queriendo abrazarlo fuertemente en ese mismo instante pero se retiene esperando paciente lo que Chase tiene que decir.

— Amala, amala como nunca pudiste hacerlo—le asegura sin titubear.

— ¿Qué? — escupe Zac sin poder creer lo que le ha pedido.

—Lo que has oído— le contesta tomando aire—. Sé que cuando conocimos a Kendra a ti también te llamo la atención, lo confirme el día que te dije que estábamos saliendo, cualquier otra persona no hubiera notado la derrota que causaba para ti, pero yo soy tu mejor amigo. Nunca me dijiste nada ni trataste de enamorarle incluso cuando habíamos roto, te mantuviste a mi lado; por eso te pido que la cuides como yo la hacía, quiero seas como un padre para mis pequeños. Kendra no estará bien un largo tiempo, necesitara ayuda y paciencia— sonaba como si hubiera sabido lo que iba a ocurrir ese día, con tanta convicción en su tono de voz —. Te lo digo ahora, a pesar de que ha  pasado mucho tiempo desde que todo ocurrió, porque sé que aun sientes lo mismo.

—Lo siento— dice sin poder creer que todo este tiempo su amigo se había dado cuenta—. Chase, por favor, no digas eso ¿Has perdido la cabeza, cómo me dices en este estado que tengo permitido enamorarse de tu esposa? ¿Te estas escuchando siquiera?

— Sé que tú no le harás daño, no la harás sufrir, confió en ti hermano— masculla en respuesta—. No debes sentirte mal, con el tiempo dile a mi esposa que la amo, que nunca dejare de hacerlo y que estoy completamente feliz por haberla elegido a ella y que ella me haya elegido, que por favor le cuente a mis hijos que soy su padre pero que tú estarás cuidándolos por mí— su voz se quiebra a decir lo último, sus mejillas están empapadas de lágrimas pero él no hace nada por ocultarlas, no sirve de nada.

—¿Por qué nunca me dijiste nada?—pregunta angustiado, jamás quiso fijarse en la misma chica que su mejor amigo, lo evito a toda costa,  nunca lo traicionaría así.

—Kiara también lo noto Zac—responde sin contestar aun a su pregunta.
—Yo…lo siento—tartamudeo sin saber que decir.
— No importa — Su respiración era cada momento menos estable, mas difícil de ignorar mientras hablaba.

Zac no quiso tardarse, el tiempo se le escurría segundo a segundo, abrazo a su amigo, nunca hubiera pensado que lo ultimo que hablaría con la persona que había compartido toda su vida era esto, amar a la esposa de él.

Un momento a veces es una historia[Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora