El comienzo'Nanodayo.

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Midorima Shintarō

Primer día en Shutoku.

Usted es quien no entiende, necesito...
De verdad yo tenía un argumento válido para refutar la sentencia del guardia cuando una vocesita por demás molesta a mi oído.

—Ah? Así es, mi nombre es Midorima Shintarō, una vez más mi lucky ítem da resultado.

Dejé que el chico de cabello oscuro y aura escandalosa asegurara mi lucky ítem a su bicicleta.

—No tengo idea de que me hablas, vencimos a muchos cuando estuve en Teiko, Bakao?

Te respondí pues en realidad no te recordaba y ese día fue la primera vez que te vi, de pronto tomaste mi mano con toda la confianza del mundo y me jalaste dentro del instituto hasta un pasillo desierto, el único que faltaba para que llegáramos a nuestro salón.

—Aaah!! Shin-chan, hay que pasar por la prefectura antes de llegar al salón ~…

Dijiste con tono chillon y fingías llorar y dramatizaste por aquella
situación, entonces me paré firme y fui yo quien esta vez jaló tu mano a paso firme atravezando el pasillo mientras tu te resistias.

—Dadas las dimensiones de mi lucky ítem, la buena suerte esta de mi lado aunque este en la parte de afuera'Nanodayo.— Fue como si lo dijera para mi mismo y entonces abriste la boca.

—Jaja! No puedo creer que confíes en esa cosa de la osa pasa, quien eres, una solterona con gatos?.— Te burlaste.

—Hombre de poca fe.

Espete acomodando mis gafas y cruzando frente a la puerta de la sala de maestros donde un pequeño alboroto por el derrame de una taza de café se formaba.

Llegamos hasta el salón de clases,no pude entender tu cara de espanto, pues apenas entramos al salón Sensei Mori entro siguiendonos y con una expresión un tanto extraña.

—Son afortunados jóvenes, de no ser por que Shitori-San derramó su café sobre mi corbata ustedes tendrían un reporte de impuntualidad. Tomen asiento por favor —. Nos indicó y eso hicimos, acomodandonos por orden alfabético de nuestros apellidos, tu en el asiento atrás de mi.

—Como demonios fue eso posible?—.
Murmurabas mientras Caminábamos a nuestros lugares asediados por las miradas curiosas de nuestros compañeros, a lo cual ignoré tu cuestión para sacar mi libreta y empezar a tomar apuntes.

—Pst! Pst!... Pst! Pst!~...

Escuché ese extraño sonido a mis espaldas.

—Pst! Pst!... Shin-chan~… Como sabías que llegaríamos a tiempo?

"! Porque me llama así?!! Acabamos de conocernos!! Que insolente..."

Pensé y decidí ignorarte, hasta que sentí como invadias mi espacio personal y punteabas mi hombro con uno de tus dedos, eso era el colmo del atrevimiento.

—Mori Sensei.—

—Digame, joven Midorima?—

—Puedo cambiar de lugar con mi compañero?— Te señale a mis espaldas pillandote un poco levantado de tu asiento.

— No puede ver el pizarrón debido a mi altura...

¿Necesito una razón?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora