¿Necesito una razón?

No es tan largo'nanodayo.

Takao: lo dice el que va cómodamente sentado detrás...

Midorima: callate que ya va a empezar el capitulo.

Km.2

"Es inútil... Rindete..." pensé a la tercera vez que te derroté en el juego.

—Tu vas por las bebidas, yo invito'nanodayo.—

—Ti vis pir lis bibidis yi inviti... —. Resongaste y desapareciste por la puerta, pero lo hiciste, trajiste la bebida y comiendo, por cierto como un troglodita (Takao: ¡Oye!), volviste a tu asiento y seguías interesado en la explicación que te prometí.

—Ya dímelo, ¿eres alguna especie de geek con gadgets que vigila la sala d maestros?—

—¡Oí! Idiota, como se te ocurre eso... — Dediqué una de mis frías miradas a tu burlona persona. —Oha-asa.

—¿Es tu novia?

—¡Bakao! Esto es serio.

—Bueno bueno, ¿entonces que con ella?

—Es un oráculo de la buena fortuna, mientras yo siga al pie de la letra sus indicaciones sobre mi suerte y los objetos que me aseguran tenerla, nada fallará—. Me miraste con una poker face incrédula increíble.

—¿De verdad crees en eso, cierto?
Hubo un silencio incomodo,el cual interrumpí, bastante avergonzado, por cierto, ya me había preparado para recibír en Shutoku las mismas burlas que en Teiko. —¿P-por que crees que jamás he fallado un tiro de largo alcance?—. Estaba empezando a desesperarse, la frustración me empezó a poner a la defensiva.

—Yo creo que es porque eres muy bueno...— Respondiste colocando tus manos detrás de tu nuca, mirando de soslayo hacía la ventana, no lo supe en ese instante, pero esa imagen se quedó grabada en mi memoria.
—Pero si Oha-asa es importante para ti, lo apoyo, ¡Eso hacen los amigos!— Completaste con una estúpida sonrisa hermosa en tu rostro.

—¡Oí! ¡Tu y yo ni siquiera somos amigos!

—Moo~ ¡que cruel Shin-chan!

—¡No me llames así!

—¿Por que no?...

Después de varios minutos discutiendo el receso terminó, era hora de ir a elegir el club, basquetbol estaba en mi mira, sin sospechar que un ave rapaz acechaba el mismo.