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II - "Lee Yukiro"

Vio a sus alrededor tranquilamente, los rayos del sol apenas comenzaban a mostrarse a través de las blancas nubes, al ver que estaba en el exterior rápidamente sacó su katana y miró todo con su ceño fruncido, ella no había salido.

-Akami.-Una voz masculina y desconocida para ella, sonó retumbando por todo el lugar. Ella volteó rápidamente frunciendo aún más su ceño.

-¿Quién eres?-Alzó sin pensarlo su katana dejando que esta rosara con el cuello del hombre, el cuál era alto, casi 5 cabezas más grande que Akami, con cabello castaño oscuro desordenado y en punta, ojos negros rasgados y achinados por la hermosa sonrisa cuadrada que traía en la cara, una actitud despreocupada y extrovertida.

-¿No me reconoces? ¡Pero claro, eras apenas una bebe!-La pelinegra relajó las fracciones de su cara y miró fríamente al hombre.

-¿Eso es todo lo que tienes para decir? No quiero perder mi tiempo con la basura.-Soltó dándose vuelta tratando de localizarse y volver a la cueva, claro después de haber perdido de vista al hombre.

-¡Akami! ¡¿Por qué hablas así!?-La Uzumaki paró su caminata y volteó.-¡Y peor aún! ¡Estás del lado de Akatsuki, eso es malo!-Agarró su pelo frustrado entre sus manos. Sin darle importancia siguió su camino.-¡Akami, no me ignores!-

-¿¡Qué quiere!?-La pelinegra volteó frustrada viéndolo.-¡Ya váyase!-El hombre rio mirando a la pequeña.

-Veo que no tienes maldad en tu corazón, pero si sangre en tus manos Akami.-Ella frunció el ceño confundida.-Es mi culpa por haberte dejado sola, pero ya estoy aquí para guiarte y cuidarte.-Paró de hablar y se acercó hacia ella y desordenó el largo y lacio cabello de Akami amistosamente.-Volveré, no te preocupes.-Besó su frente y sonrió desapareciendo.

-¿E-Eh?-Itachi tenía sus ojos posados en su cara fijamente, miró sorprendida a su alrededor sin entender lo que sucedía, ¿Había sido solo un sueño?

-El líder nos llama.-El cuerpo de Itachi desapareció en cuervos los cuales se convirtieron en humo con los segundos. Akami rápidamente tomó su capa, peinó su cabello y colocó sus zapatos ninjas color negros; Se colocó la capa negra con diversas nubes rojas alrededor de la misma, bajo las escaleras caminando directamente al encuentro de sus demás compañeros, en la sala de reuniones estaban todos, Sasori, Deidara, Hidan, Kakuzu, Kisame, Itachi, Pain, Konan, Tobi y Setsu; Entró para luego acomodarse junto a Kisame y mirar al líder rápidamente, cuando Pain dio una mirada a todos cerciorando de que todos estaban allí cerró sus ojos.

-La reunión de hoy es para tratar un tema importante para nuestra meta.-Akami rápidamente miró Itachi, el cual estaba sereno mirando al líder.-La casa de los jinchurikis comenzará hoy, Hidan y Kakuzu, irán a reclutar información sobre el 2 colas.-Ambos asintieron.-Deidara, Sasori, ustedes irán a reclutar información sobre el 3 colas, se dice que hace años no se sabe su paradero, seremos los primeros en saberlo.-Deidara soltó una sonrisa egocéntrica y las lenguas de sus manos salieron al exterior contentas por la nueva aventura.-Akami, tú irás a capturar y matar a un monje en la aldea Luna.-Sin inmutarse asintió con un pesar en su corazón, pues aún no se acostumbraba al deber matar personas.-Creemos que serás lo suficientemente fuerte para vencerlo tú sola.-La pelinegra asintió sin dar demasiada atención; Tras unos minutos más de charla en dónde Pain daba las órdenes, concluyó la reunión permitiendo a todos prepararse para sus respectivas actividades.

Akami subió las escaleras directo a su habitación, tomó con fuerza su katana recordando a aquél hombre tan simpático, llenó sus portas kunais y shurikens con las respectivas armas y suspiró. Pensó unos segundos en los extraños sueños que estaba teniendo últimamente, entre ellos, el sueño en dónde jugaba con Tobi y el mismo la mata, y el más reciente, el sueño de aquél hombre.

-Son solo sueños.-Murmuró tirando su cabello hacia atrás, salió de la habitación para poder bajar las escaleras sin preocupaciones.

<<Es solo matar a un monje Akami.>> Pensó decidida, al llegar a la entrada de la cueva Pain paró su caminata.

-Cuando vuelvas, hablaremos muy seriamente Akami.-Asintió sin saber de lo que se trataba la charla y comenzó su largo camino hacia la Aldea Luna, en dónde encontraría a su víctima, el moje Lee Yukiro.

<<Todo es cómo siempre Akami, haz algo para cambiarlo>> cerró sus ojos con su rostro en dirección al cielo, un hermoso y despejado cielo azul el cual tenía como actor principal al gigante y brillante Sol. Comenzó a caminar dejando atrás el cuerpo de Pain.

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A lo lejos una tierna y pequeña aldea se alzaba entre pequeñas e irregulares rocas grises; Akami paró su caminata observando las puertas abiertas de la aldea, dos guardias de cabellos grisáceos hablaban animadamente entre ellos ignorando a la chica que los miraba sin pudor en medio del camino.

-Akami, no lo hagas.-Murmuró aquella voz desconocida, ella cerró sus ojos y volvió a abrirlos con el sharingan en ellos.-Detente, sé que no eres así.-Una mano se apoyó en su hombro levemente tratando de dar un cierto apoyo moral.

-He cambiado desde hace tiempo, y no es cómo si usted realmente me conociera señor, debo hacer todo por protegerlo, incluso si eso conlleva mi propia muerte.-Sacó la katana de su estuché y saltó hacia los hombros haciendo que aquel hombre se desvaneciera, la katana atravesó el torso de uno de los guardias, la risa del otro hombre se fue apagando de a poco al sentir algo caliente y repentino en su cara.-Es hora de dormir.-Habló seriamente antes de quitarle la vida a él también sin darle oportunidad de si quiera abrir los ojos.

Aprovechando que ahora ya nadie estaba vigilándola, limpió la sangre de su katana y volvió a guardarla, desapareció de la entrada re apareciendo sobre una de las casas, se notaba por qué la aldea de la Luna era tan desconocida, no podían siquiera detectarla, o ellos eran muy incompetentes o ella había mejorado, y sea cual sea la respuesta, le daba igual siempre y cuando pudiera terminar su misión, cerró sus ojos y comenzó a buscar con su elemento tierra al buda que Pain había mandado a matar.

Al encontrar su aura sonrió de lado y volvió a desaparecer y re apareció atrás del monje; Este sin abrir los ojos, aún arrodillado ante la figura del hombre tallado en madera, saludó a la intrusa.

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¡Buenas a todos/as! Como verán la idea de actualizar de forma lenta está desapareciendo, dentro de todo no es tanto problema, por lo que trataré de actualizar una vez por semana, estoy pensando que sean los martes dichos días, pero aún no lo tengo decidido.
En fin, quiero que sepan que los misterios se irán resolviendo, solo deben tener paciencia; De cualquier manera quiero que sepan que esta Sea-Muy Probablemente-La última temporada de esta historia, así que disfrutenla todo lo que puedan.
Bueno eso es todo, muchas gracias por leer esta historia.
¡LAS AMO!
¡MUAKA!
¡SAYONARA!