cap4: solos, tu y yo

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Abro los ojos y siento mi rostro apretado, lo cual me doy cuenta que tenia una venda recorriendo toda mi cara, con gran dolor miro mis brazos estaban enyesados, ya que me acorde de que había pasado el accidente.

¡¡donde esta lucían? ¡¡donde estará? ¡que le abra pasado? ¿sera que de las graves heridas ocasionadas podrá estar viva? No lo creo ¡¡todo es mi culpa!!

Poso mis manos en mi rostro y los dejo en esa posición por varios minuto, después llega la doctora y revisa la bolsa de sangre que había perdido, los grandes fragmentos de vidrio que tenía en mi cuerpo, estaban en un recipiente con una pinza, que tenia la doctora en sus brazos.

- con la muchacha que estaba, !se encuentra bien? Diga me que, si, ¡por favor!- la señora agacha la mirada con una gran tristeza.

- ella... Esta...

- señora ¡¡por favor digame, ya!! - que no sea de lo que estoy pensando ¡¡no!!

- esta... - aspiro con fuerza- murió, ella no aguanto las heridas, no sobrevivió, murió desangrándose, hicimos lo posible para que no muriera pero fue inútil. - nuevamente agachó la cabeza con una repentina tristeza, yo solo me lamentaba con gritos y llantos ¡¡no Puede ser, ella noo!! Mis ojos no dejaba de transcurrir lágrimas con mucha rapidez, mi corazón no dejaba de latir con desesperación, ¡¡todo fue mi culpa!! si no fuera tomado la droga, esto no nos fuera pasado, no nos fueran violado y ella no hubiera muerto, ¡¡todo es mi culpa, solo es mi culpa!!

Al salir del hospital, él tiempo pasa como otro cualquiera, vi a mis padres, me miran dibujando una sonrisa en su rostro, igualmente les sonrió pero con una gran tristeza, sentía los ojos hinchados, de tanto llorar en él cuarto donde yo me hospedaba, mi madre tenía los brazos abiertos esperando que se lo corresponda, pero, no lo hago, puede sonar feo, pero no me importa. se le quita la sonrisa. me voy directo donde estaba parado mi hermano, y le digo:

- ¿ya fue él velorio? ¿fuiste a verla? - él asiente, pero también con una gran tristeza y agonía, tenia los ojos rojos, creo que estaba llorando, ¿pero porque sera? ¿por mi? ¿O por lucían? creo que la quería como yo o tal vez algo mas fue para él, que una amistad, - quiero que me lleves a verla ¿ya fue el entierro? - él niega con la cabeza dando la indicación de que no.

- es hoy, si quieres te llevo.

- si, por favor.

- hija no vallas, te puedes sentir peor, todavía no estas bien, él doctor dijo que tienes que descansar un poco mas- yo volteo a su dirección y la mira fijamente y con una frialdad que ni yo antes conocía de mi. Es tanto lo que cambie, que ni siquiera yo me conozco pero no me importa nada, como lo tomen, mientras mas se alejen de mi, mejor.

- iré con él, hací que de pronto llegue tarde, hací que no me esperen. - volteo con una gran seriedad, Juan me mira asombrado y mis padres con los ojos como platos, impacientes y perplejos, Juan va detrás de mi como un perro regañado, me dio ganas de reír, pero no me salio, esa sonrisa que antes me salia con cualquier estupidez que hacia Juan, ya no esta, se desvaneció y esta hundida en él gran dolor en la gran agonía.

fui al entierro de lucían, ya que Juan me llevo, me quede un poco tranquila con su compañía, lo miro y veo una seriedad de él que nunca había visto, sus ojos ya no brillaban y su quijada se tensa.

la madre de lucían va hacia mi dirección, tenia un vestido negro, zapatos cerrados del mismo color y el cabello recogido. con los ojos hinchados de tanto llorar, con un pañuelo limpiando su nariz y sus ojos. me sonríe al verme, "claramente pensé que al verme me echaría la culpa de la muerte de lucían, pero fue lo inesperado" me abraza y, llora.

- gracias a Dios, estas bien. Pero... Mi hija... - se queda mirando él vacío, como que buscando un, "porque ella si y, yo no" se me parte él alma ser la causante de un sufrimiento, que me voy a lamentar toda mi vida, quería llorar pero ya no tenia gotas de sal para transcurrir, estaba seca por dentro, solo quería salir corriendo, pero mi cuerpo se detuvo, no quería moverse, hací que me rendí.

Varias personas meten él ataúd en él hueco de tierra del cementerio, Fernanda (la mama de lucían) lloraba recostada en el, (él ataúd era de color blanco, tenia orquídeas). Lucían fue muy cariñosa y amigable con todos, lástima que igual a ella no puede haber, ya que este mundo solo deja a escorias, como por ejemplo, "los que nos violo" "y yo" que cometí un gran error, si no fuera por mi, ella estuviera viva, pero no puedo regresar y cambiar él pasado que tanto me ha afectado y me toca que vivir con ese sufrimiento y arrepentimiento, espero que los pueda ver una vez mas, donde están, para poderme vengar, de todo lo que nos hizo.

Gotas de agua salen de cielo, mojando, poco a poco mi cabello y mojando los demás, tomo él brazo de Juan, se deja llevar a la dirección donde voy con él, quiero irme, irme lejos de aquí, no aguanto mas sufrir no quiero sacar una lágrima mas 

LágrimasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora