SOBREVIVE

Capitulo 1: La Tormenta

El viento se podía escuchar desde cualquier zona de la calle, no había ni un alma en pena que saliera si quiera a espantar, se veían papeles de periódicos viejos y algunas botellas de plástico y cristal que rodaban por la brisa que era fuerte, el cielo anuncia que muy pronto caerá una tormenta, alguien está encerrado en su casa viendo las afueras, no solo está presenciando el paisaje, sino que quiere saber si acaso hay aunque sea un sobreviviente buscando un refugio.

Después escucha el rugir de un trueno y deja de asomarse por la ventana, al parecer no hay nadie a quien rescatar.

-La ciudad cada vez está más vacía, al igual que mi estómago –dice en voz alta a pesar de que no hay nadie que lo escuche.

La tormenta está comenzando y se escuchan las gotas de agua cayendo sobre el tejado, se escuchan las ramas de los arboles las cuales golpean las ventanas, el frio está comenzando, de repente escucha algo extraño, alguien está gritando afuera de la casa.

-Seguramente ya estoy alucinando –ríe nerviosamente y se sienta en el suelo frio.

Suspira, está esperando a que deje de llover, muy pronto se tendrá que reunir con los demás para darles informe de lo que ha pasado, pero después escucha de nuevo como si alguien gritara aterrorizado.

Sacude la cabeza, y pone más atención a los sonidos, después vuelve a escuchar los gritos, se levanta del suelo y corre hacia la ventana, y es cuando ve pasar a un chico de unos veinte años aproximadamente, está corriendo y atrás de él un gran tumulto de zombis.

Rápidamente saca un arma con silenciador y sale de la casa, el muchacho cae de espaldas, está sumamente aterrado, después ve como varios zombis caen y entonces es cuando voltea y ve a un hombre con un arma, después sigue mirando como caen los zombis uno por uno.

-Vamos ven conmigo –dice el hombre del arma y el muchacho sin dudar ni un segundo, va con él.

Ambos entran a la casa y el hombre del arma cierra rápidamente la puerta y se asoma por la ventana, al menos los zombis no notaron que ellos se han escondido, suspiran de alivio, pero después el hombre del arma apunta al muchacho.

-¿Quién eres? –le pregunta sin apartar el arma de su dirección.

-Mi nombre es Antonio –le dice algo asustado.

-¿Antonio qué? –le pregunta y ni siquiera parpadea.

-Como si eso importara ahora... tú solo dime Antonio y punto.

-Bien... bien Antonio –dice y aparta el arma.- yo soy Carlos, pero dime Carl... me gusta cómo se escucha, por casualidad ¿sabes si hay más sobrevivientes en esta zona?

-No... no queda nadie, soy el único aquí... -dice Antonio mientras se sienta en el suelo.

-¿Cómo es que sabes que eres el único? Digo puede que haya alguien más y tú no me lo estés diciendo...

-¿Acaso crees que miento? –le pregunta Antonio algo enojado.

-No es que no crea en ti, lo que pasa es que en la situación en la que estamos, no se puede creer a nadie... ahora responde.

-No hay más sobrevivientes... todo empezó con esa maldita bomba que lanzaron, el virus no tardo en extenderse en esta parte de la ciudad, mi familia y yo logramos evadirlo, pero después fueron infectados... yo logre escapar, estaba oculto hasta que vi que una camioneta se estaciono... fue el momento en el que vi que tu saliste de ella...

-Entonces decidiste salir a investigar y fue cuando te encontró todo ese tumulto de zombis...

Antonio se limitó a asentir con la cabeza y después rascarse la nuca.

-Bien, mañana nos iremos de este lugar...

-"Nos" me suena a manada –dijo Antonio.

-Pues claro que tú te vas conmigo... tenemos que ir a la base...

-¿Y cuál es esa tal base de la que me hablas?

-Es la escuela que está cerca de este lugar, allí es donde se va a reunir el resto del equipo...

-¿El resto del equipo?

-Si niño, veraz a algunos de los sobrevivientes de esta catástrofe al igual que a unos viejos miembros de la Elite 45...

Antonio se quedó algo sorprendido. Él había investigado sobre aquel escuadrón y le había interesado mucho desde que supo lo del robo del virus, él investigaba sobre los entrenamientos del escuadrón, también investigo sus nombres, antes de que el virus atacara, vio que algunos de ellos habían sido infectados por el virus.