Capítulo 3

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Esta vez, Chanyeol no despertó por una voz, o por un toque, si no por el movimiento. Primero se dio cuenta de que se movía, luego, poco a poco, del dolor, su cuerpo estaba ensangrentado y golpeado. Pero él estaba acostado en algo más suave que un lecho de piedras, además estaba cubierto por una manta gruesa, caliente y seca.

Cálido, seco y desnudo.

Chanyeol se incorporó de golpe y al instante se arrepintió. "Auch" gruñó, llevándose las manos adoloridas a la cabeza golpeada. No fue hasta después de haber hecho eso que se dio cuenta de que sus manos estaban vendadas.

"Hey", oyó "¡está despierto!"

El movimiento de balanceo se detuvo, y mientras los ojos de Chanyeol se enfocaban bien, se dio cuenta de por qué - estaba en una carreta, una carreta techada, cuyo conductor acababa de parar. Mirando a su alrededor, Chanyeol observó que el interior de la carreta estaba cubierta con telas rojas, naranjas y moradas, había cajas y paquetes atados a la estructura con cuerda áspera para evitar que se movieran durante el viaje. La manta sobre él, estaba áspera, de lana gruesa e igualmente llamativa, llena de galones y rayas teñidas de azul cielo y rojo. Después de casi una semana de nada más que naturaleza y - por su mejor estimación - dos días de oscuridad casi completa, los colores y patrones casi físicamente le herirían al mirarlas.

La pared de lona en la parte trasera del carro se abrió, dejando entrar la luz del sol en ángulo - era el amanecer o el atardecer, Chanyeol no estaba seguro - un hombre se subió, ágil, oscuro y vestido de forma desagradable como su carga. El instinto inmediato de Chanyeol fue escabullirse, encontrar algo para defenderse, pero su cuerpo estaba adolorido y el hombre no parecía ser amenazante. (Fuera de su aparente predilección por las combinaciones de colores que dañan los ojos, claro).

"Whoa" dijo el hombre, con las palmas de las manos hacia adelante, tratando de defenderse. "No estoy aquí para hacerte daño, amigo. Estás a salvo" Tenía un acento suave y poco familiar.

"¿Dónde estoy?" Dijo Chanyeol con voz ronca, luego hizo una mueca por el sonido de su voz. "¿Quién es usted?".

"Mi nombre es Jongin y estás en el medio de la nada absoluta" le dijo el hombre demasiado alegremente. "Te encontramos en la orilla del río cuando paramos para que los caballos bebieran agua. Parecía que acababas de salir del infierno".

Tu suposición es algo correcta. "¿Mi ropa?", Preguntó Chanyeol.

"La tiramos", le dijo Jongin subiendo por completo dentro el carro y ofreciéndole a Chanyeol un odre. Chanyeol lo tomó y bebió agradeciéndole. "Tu armadura estaba bien, pero la ropa estaba empapada y casi tan destruida como tu piel. Estaba poniéndose azul por el frío, así que pensamos que necesitábamos quitársela. ¿Qué diablos te pasó?"

"Es una historia muy larga", murmuró Chanyeol, limpiándose la boca con el antebrazo. "¿Tienes algo de ropa que me puedas prestar?"

Jongin abrió un cofre, buscó en él, sacando algunas cosas y luego se las arrojó a Chanyeol. La camisa era mucho más barata a las que estaba acostumbrado, y al mismo tiempo más colorida y más vistosa de lo que le gustan, era azul, con volantes de color amarillo brillante y un escote que no cubría más de la mitad de su torso. Afortunadamente, los pantalones eran sencillos, de lona negra, un poco cortos pero se ajustaban bien. JongIn ató los cordones para abrir la parte trasera de la carreta, dejando entrar la luz mortecina.

"Vamos a acampar aquí", dijo Jongin, y Chanyeol estiró la cabeza para ver a quién estaba hablándole. Hubo un movimiento afuera, al menos dos cuerpos, pero Chanyeol no podía distinguir los rasgos.

Moonlinght (CHANSOO) **TRADUCCIÓN**Donde viven las historias. Descúbrelo ahora