Capítulo 4: Que la vida se apiade.

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"Está bien"- Me dije- Sólo acabas de conocer a una persona irritante la cual, gracias a Dios, no tendrás que ver nunca más. ¿Por qué seguiría perdiendo mi tiempo allí? Desgraciadamente fue un encuentro casual; supe que mi tolerancia no era suficiente para seguir tratando con aquello. 

Desde niño, me mantuve solitario. No es que nadie quisiese estar conmigo; fue por voluntad propia. Y tranquilo, no era el tipo de persona con pensamientos depresivos. Simplemente, sabía que no existían los amigos. Todos, absolutamente todas las personas identificadas como "Humanos", tenemos ese lado hipócrita y egoísta, que solo piensa en el auto beneficio. Pero así somos, así reaccionamos ante las personas tóxicas; de las que debemos cuidarnos y alejarnos. Dicen que cuando pensamos en el bienestar del otro, y dejamos a un lado el nuestro... Es cuando en verdad se ama. Se ama, cuando sacrificas tu felicidad, conviritiéndola en total tristeza, para estar en el mismo bando de emociones de aquella persona especial en tu vida. Entonces dirás: "¡Todos son mis amigos; todos me aman. Porque cuando estoy triste, ellos también lo están!". Aparentar. Sabes a que me refiero ¿Verdad?. Podrás ver que están tristes, pero no puedes saber si en verdad lo están. Soy complicado para explicar lo que quiero que entiendan, pero prefiero decir lo que siento. Difícilmente tengo emociones fuertes, pero las tengo, mi amigo.

Retomo la calma con la que he vivido casi siempre. Miro el piso como si quisiera ver a través de él. Trato de sentir al máximo el viento que sopla, y a la vez dejar atrás el suceso irritante; volver a mi vida, a la sencillez de preocuparme por mí y no interferir en las cosas de los demás.

- Hasta que la vida nos vuelva a reunir- La vida debería odiarme bastante, como para volverme a encontrar con ella; ella. Una conversación tan corta, y el estrés hablaba por mí- Señor filósofo.

Como dije antes, fue un encuentro causal; infernal, pero soportable por mi lado humano.

Cuando una máquina se enamora: 101 razones para odiarlaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora