Prologo

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Ya alcanzo a divisar el pequeño templo, esa construcción antigua que nadie visita en años, claro porque estaba prohibido. Me encanta este templo, tiene muchos relieves interesantes y siempre fue de mis favoritos cuando de explorar se trataba, no se me es extraño que lo escogiera, tiene algo especial este lugar que te hace no querer salir nunca, pero en qué diablos estoy pensando, hay cosas más importantes sucediendo, debo concentrarme en lo que de verdad importa. Conforme me acerco corriendo, puedo sentir como la energía recorre mi piel con intensidad e incluso como se concentra en el centro de las ruinas, lo que más me atemoriza, es que va creciendo su fuerza de una forma alarmante.

«¿En qué momento sucedió esto? ¿De verdad no hay otra alternativa?» La respuesta a la primera interrogante la conozco, pero me niego a aceptarlo. La segunda me trae vuelto loco, aun debe haber algo que pueda hacer, algo que esté pasando por alto, la cuestión es que debo encontrarla rápido porque el tiempo se agota o pero aun, temo ya se agotó.

Llegue a la entrada del Templo, con su habitual puerta semiovalada de madera, sabía que no hay que derribarla, porque por el costado derecho, en un pilar, al girar la base de la antorcha se abría un pasadizo que descendía casi al centro del edificio. Comencé a bajar aun si una respuesta clara en mi mente, pero no había lugar para dudas.

Salte al pasillo que se abrió paso frente a mí, solo restaba este pasillo, un giro a la izquierda y uno a la derecha.«Qué pasaría al llegar? ¿Qué se supone que haría una vez ahí?»Eran las preguntas que pasaban por mi mente antes de alcanzar el último giro a la derecha para llegar al centro, cuando una vibración me saco de mis pensamientos y un destello me sacudió por completo y me enviaron volando. No sé qué sucedió, solo recuerdo sentir un gran impacto, luego otro más y otro más e incluso puedo decir que golpee contra varios muros detrás de mí.

Apoyo mis manos en el suelo para intentar ponerme de pie, pero aun estoy bastante aturdido, mi visión esta borrosa, siento dolor en todo el cuerpo, mis manos no responden pero, conforme logro levantarme, siento el peso de miles de personas en mi espalda y va aumentando, no puedo respirar, siento incluso que puedo desmayarme, pero no puedo darme por vencido, tengo cosas por las cuales debo luchar.

Me pongo en pie con dificultad, recuperando poco a poco los sentidos, exhalo aire por mi boca muy lentamente determinando, que por el momento no hay otra cosa que pueda hacer, debo pelear. En el fondo de mi visión aun borrosa, logro distinguir una silueta que comienza a moverse hacia donde me encuentro. Inhalo profundamente, cierro mi puño derecho y concentro todo lo que siento en él, y lo único que hago es cargar hacia adelante con un grito que parecía un rugido saliendo de mi pecho, descargando todo lo que tengo en ese único movimiento. La silueta copió mi movimiento y salto igual hacia adelante y un segundo antes de colisionar nuestros golpes pude observar una media sonrisa en la oscuridad, y gracias a eso pude entender que había planteado mal mi pregunta, y que incluso la respuesta era muy sencilla y siempre estuvo ahí, pero ya era demasiado tarde.

Last-GEN LasbanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora