La luna estaba en su máximo esplendor, iluminando todo a su paso, como queriendo borrar cualquier rastro de que era de noche. Las estrellas también aportaban cierto encanto al paisaje delante de mis ojos, si no fuera porque mi amiga estaba en problemas me hubiera detenido a contemplar tan hermoso paisaje.
La guarida se encontraba en el lado este de la ciudad, cerca de la casa de Alina; decidimos instalarla ahí, por comodidad y seguridad, ya que era la zona donde vivían las familias más pacificas y respetadas de la ciudad. Atravesé los campos que rodeaban mi casa y llegué al extremo sur de la ciudad «Ahora comienza el verdadero desafío» pensé al momento que me ocultaba en las sombras de un árbol. Me asome bajo la sombra para vislumbrar el arco que daba la bienvenida a la ciudad por la zona sur, normalmente en el día habría un guardia en su puesto de vigilancia, posiblemente durmiendo o muy de vez en cuando deteniendo a un joven para prevenir alborotos o problemas, pero durante la noche rara vez estaban en su puesto, era una transformación poco creíble para los demás ciudadanos que obedecen a las reglas y nunca salen de noche.
Durante la noche los polis hacían rondines por entre las calles de la ciudad, aunque no se sus motivos con seguridad. La ocasión que me atraparon me dijeron que era para prevenir delitos como el que yo estaba cometiendo y por el ataque de algún animal nocturno; aunque para eso están las plantas es las casas de los bordes de la ciudad, que abren sus flores y hojas por la luz de la luna y liberan algunas toxinas que paralizan a cualquier ser vivo, pero esas flores tampoco son algo que este claro. Regresando a las rondas de vigilancia, los polis están atentos a cualquier sonido e incluso refuerzan la seguridad con varios elementos por determinadas zonas, lo que hace el trayecto al escondite sea complicado y riesgoso durante la noche. Como es obvio lo principal es ser sigiloso, lo segundo es descubrir el patrón de los polis durante su ronda.
Cuando haces reuniones en la madrugada te acostumbras a la adrenalina y resuelves los acertijos de los patrones rápido, a decir verdad, son cuatro patrones los que usan y repiten cada cierto tiempo. Si son tres guardias solo pueden hacer rondas cada tres minutos para no quedarse alejados y descomunicados. Cuando los polis son de cuatro a seis, puede variar entre cada dos o un minuto dependiendo de la formación. Por último y muy raro cuando son ocho; solo lo he visto una vez y me costó mucho descifrar lo poco que pude observar, sus rondas son continuas y cambian de polis cada dos minutos. Solo yo la he observado y por los acontecimientos sucedía algo extraordinario, ese suceso confirma mis sospechas de que las rondas no son solo para evitar delitos, ellos esconden algún secreto y posiblemente maten por que no sea descubierto.
Para mi suerte no se encontraba ningún poli en el puesto, me acerque al arco agachado para no ser descubierto, atravesé el arco y me deslice pegado a las casas que tenia a la derecha, tratando de cubrirme con las sombras de los tejados. Avance un par de calles, sin señal de ningún poli y gire a la derecha en la esquina en dirección al callejón, tapándome con unas cajas de madera. Esta era el último callejón sin salida, a partir de esta zona, las calles se comienzan a conectar y los puntos de vigilancia de los polis comienzan.
En el momento en que gire la cabeza para observar, paso un poli por donde me encontraba. Sentí mi corazón detenerse, por suerte no soy de los chicos que gritan al asustarse «Un segundo antes y me había descubierto» pensé mientras exhalaba el aire que estuve guardando sin darme cuenta. Traía su uniforme común; pantalón azul de gabardina, a juego con su saco también azul y del mismo material. El saco es simple, todo igual solo con decoraciones doradas en los puños y las solapas. Debajo una reluciente camisa blanca con botones dorados. Por último unos tenis con forma de zapatos negros. A su costado a la altura de la cintura, su paralizador, su arma principal que parece una lanza, pero en versión corta, solo que esta usa electricidad y da una descarga horrible. Solo en dos ocasiones los he visto usarla y no parece nada lindo, «Espero nuca tener que usarla, ni que la usen en mi» me prometí.
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Last-GEN Lasban
AdventureLasban, un chico de dieciocho años que descubre que tiene una mutación que le permite controlar cosas a su alrededor., pero no es el único. Tendrá que enseñarse a controlarlo y revelar los secretos que se esconden. Origen, Control y Libertad, el de...