El Desafortunado del Cuento [Baekyeol]

4. Reencuentro

Well he vuelto porqie me la he pasado procrastinando con mis trabajos finales :'v
Mañana tengo una entrega y a duras penas llevo el borrador :v.
Egal, ni yo me esperaba esperaba este cap y, a decir verdad, no me gusta, pero meeeeh, quiero acabar ya con el Baekyeol así que ni modo :v.
Disfruten, comenten y sena libres (?).

Baekhyun se dijo a sí mismo que no debía preocuparse, que Chanyeol regresaría luego de unos días, que tal vez estaba enfermo o algo. Pero, cuando Kyuhyun le contó que el menor había retirado el semestre, y los medios confirmaron que el chico se tomaría un tiempo fuera de la música para poder relajarse un poco, Baekhyun empezó a enloquecer y desesperarse por el menor.

Con ayuda de Kyuhyun y de todos sus amigos, Baekhyun consiguió que todos los estudiantes que le tocaron aunque sea un pelo a Chanyeol, fueran sancionados o incluso expulsados de la universidad. Y, aunque eso no remediaba lo que le habían causado a Chanyeol, al menos impedía que se pudiera repetir con alguien más.

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ーVe a verloーsonrió Kyuhyun con confianzaーsé que te mueres por saber cómo está, y no veo otra forma en que puedas comprobar que él está bien. Ve tranquilo, Llámame si hay algún problema.

Habían pasado dos semanas desde que Chanyeol había aplazado el semestre. Los nervios de Baekhyun estaban en se límite, se hallaba realmente alterado por la situación del menor.

ーBienーsuspiró con miedo. Miedo a que Chanyeol hubiera atentado contra sí mismo en esas dos semanas.

Era sábado, así que Baekhyun no tenía clases. Kyuhyun no debía ir hoy a la universidad, pero sí al centro del estado en que trabajaba. Ambos se despidieron con un beso rápido en la entrada del edificio donde estaba su departamento y buscaron con rapidez llegar a sus respectivos destinos.

***

Chanyeol había despertado malditamente enfermo ese día. Había desayunado algo ligero, como le recomendó el médico cuando, hace unos días, le habló sobre sus problemas de falta de apetito. Aún así, quince minutos después de haber comido, tuvo que correr al baño a causa del vómito y despedirse de su desayuno con pesar.

Con aburrimiento, apagó el televisor y levantó del sofá, su cabeza dolía terriblemente y su cuerpo se sentía malditamente pesado y complicado de mover. Incluso, había dejado de tocar el piano y la guitarra a causa de su debilidad. Él sentía que podría morir pronto si no solucionaba los problemas de salud que actualmente le atormentaban, pero no tenía ni la más mínima idea de lo que le ocurría a su cuerpo. De todas formas, se negaba a acudir a un psicólogo, a un psicoanalista o a un psiquiatra, no confiaba en ese campo de la medicina, tal vez porque cuando niño le hizo una broma sobre ver sombras al psicólogo de la primaria y por su culpa terminó siendo medicado por esquizofrenia durante todo un mes, hasta que sus padres -que en el momento estaban de viaje- demandaron hasta al director del hospital en que se le internó, en cuanto supieron sobre el ridículo acto del psicólogo infantil, por obvias razones, Chanyeol fue cambiado de escuela. Lo que menos quería el chico era repetir una situación como esa, que se le diagnosticara una depresión y por ende se le suministraran medicamentos ridículos que le dieran una calma momentánea. Lo único que necesitaba que se le suministrara era apoyo moral, mucho apoyo moral, ya que en su profunda soledad se sentía enloquecer.

Con desgana, recorrió todo su departamento. Analizó cada diploma y cada fotografía en las paredes como si jamás lo hubiera hecho. Sonrió con nostalgia a cada papel blanco que lo reconocía como músico o artista o lo que fuere, y miraba con tristeza cada fotografía en que sonreía junto a Baekhyun. Chanyeol extrañaba muchísimo al chico, tanto, que llegó a considerar el comentarle a Baekhyun sobre sentimientos ficticios hacia él, pero no se consideraba capaz de mentirle de forma tan descarada sólo por mantenerlo a su lado. Era algo de lo que jamás se perdonaría a sí mismo ni aunque en el camino consiguiera enamorarse del que todavía consideraba su mejor amigo.