Todas las noche era lo mismo, esperaba a que mi esposa o exesposa depende a quien le preguntes, se saliera con sus "amigas" a su noche de spa de cada viernes lo cual aprovechaba para salir a zona rosa, la rutina era ir a un bar encontrar algún culo joven, preferiblemente virgen y perforarlo hasta que mi lujuria se calmara hasta que haya liberado toda esa tensión de la semana, todos pensarían que a los 45 años sería difícil "ligar" como les gusta decir a los jóvenes hoy en día pero nada más alejado de la realidad, es muy fácil y más en el ambiente gay, donde muchos jóvenes están resentidos con sus papas y buscan una figura paterna, entonces llegas tú con canas y barba y de la nada te conviertes en alguien muy solicitado, algunos lo hacen por dinero y otros por la emoción de "estar con un hombre de verdad" yo no me quejo, suelo disfrutarlo mucho, llegar al bar, sentarme cerca de la pista de baile y ver como la amalgama de cuerpos se mueve de un lado a otro al ritmo de las canciones de esta generación, es excitante ver los cuerpos llenos de una ligera capa de sudor, los músculos contraerse y hasta el aroma a hombre que despiden esos cuerpos sudorosos del centro de la pista, lo cual me provoca sensaciones indescriptibles en mí.
No siempre vine a bares y por supuesto no siempre tuve la intención de recurrir a jóvenes y menos varones para calmar mi deseo sexual, todo comenzó en uno de los muchos grupos donde impartía clase de matemáticas, cuando un joven de 18 años se acercó a mí, la forma en como posaba levantando ese culo tan rico que tenía y las insinuaciones tan perversas que me lanzaba con su mirada lasciva provocaba que me dieran ganas de someterlo sobre el escritorio y destrozar su inocencia, haciéndolo gemir y llenarlo de mi semilla, por la forma en como él me miraba sabía que tenía en mente algo similar, lamentablemente no fue más allá de unos besos y caricias ya que el solo estaba interesado en una calificación y yo estaba aprendiendo pero fue a partir de ese punto que yo que descubrí lo excitante que era dominar a un hombre.
Lo que más me gustaba es que el viejo juego del coqueteo seguía vigente aun en esta época, salir de cacería con una mirada furtiva y con una sonrisa llena de seguridad, lo cual era más divertido con los hombres, con las mujeres es un poco más claro quién es la presa o el sumiso y quien el cazador o el dominante, pero con un hombre es más complicado el juego de la dominación. Poco a poco fui desarrollando un arquetipo del tipo de jóvenes que me gustaba llevar a las cabinas que están cruzando la calle y obligar a que saciaran mis deseos más sucios, ya fuera chupando mi verga o dejándome penetrarlos, ese tipo de jóvenes tenían que ser: esbeltos, color se tez no importa pero de preferencia morenos (son los que me provocan una erección más dura), de estura baja y con ropa ajustada (preferiblemente si usaban ropa femenina). Cada viernes podía estar con uno diferente y siempre era divertido ver qué tipo de perversión tenían, a unos les gustaba desnudarte y probar con su húmeda lengua y carnosos labios el sabor de tu cuerpo centímetro por centímetro mientras que otros preferían desnudarse por medio de una sensual danza impidiéndote el tocarlos, en lo personal estos eran mis favoritos, como buen Leo siempre me gusto jugar con mi presa antes de devorarla.
A pesar de que siempre lograba venirme, ya fuera en alguna boca que apestaba a cigarro y licor o dentro de algún apretado culo, nunca acaba satisfecho, siempre me faltaba algo, llego un momento en que me empezaba aburrir, necesitaba algo más, alguien más, el sexo era bueno, pero siempre me quedaba con las ganas de experimentar más y más, de sentir cosas diferentes, inclusive, un día me atreví a tomar del cuello a mi acompañante en turno y empezar a apretarlo con fuerza hasta que ambos llegamos al orgasmo, eso logró que alcanzará más rápido el éxtasis, me di cuenta que me gustaba lo rudo, las veces que me lo permitían y algunas que no pero lo imponía, experimentaba ser más agresivo, sin embargo, el destino fue el mismo y el aburrimiento regreso como el agrio amante que es, a mí, empezaba a frustrarme y a no saber que más hacer.
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Saga Miedo
HorrorMiedo, Terror, Deseo, Lujuria... Emociones normales en todos, emociones fuertes que despiertan nuestros mas intimos secretos... ¿estas listo?