Sólo pido tú perdón. (Lila x Nathaniel) AS #2

Dos: Orgullo.

Su sangre hervía, se sentía tan molesta y tan enojada. Odiaba que se burlaran de ella y que la trataran como quisieran.

Al salir por la puerta choco con Kim, lo esquivo, ni siquiera se molesto en pedir disculpas. Caminaba con coraje por el pasillo con el sonido de sus zapatillas detrás, sin responder ni mirar a nadie.

-¿Lila?- Murmura Kim confundido. La sigue un poco -¡Lila, espera!- La voz de Kim la hizo detener de pronto, volteo a enfrentarlo, intentar limpiar las lagrimas de sus mejillas.

-¿Que mierda quieres?- Pregunta llena de rabia mirándolo despectiva. -¿Te volverás en meter en cosas que no te importan?- Lo miraba llena de coraje. 

Kim dirige la vista a su puño y observa una hoja de papel, fingiendo sorpresa y preocupación. -Ya se de que va esto.- Se acerca a ella un poco, mirándola con cariño. -¿Una carta anónima diciéndote verdades? Ignóralo, ya se lo han hecho a todos aquí.

-¿Que mierda dices?- Lo mira molesta. -¿Acaso eres tu para andar haciendo esto?- Estaba llena de ira.

-No soy tan valiente como parece, bonita. Pero anda, ¿vas a llorar por eso también? Pense que eras de acero, eso siempre dices.- Acaricia su cabello.

Lila lo miraba, era evidente que Kim sabia mas de la cuenta, y ella sabia mejor que nadie como usarlo a su favor. -¿Ah si? ¿Que mas piensas de mi?- Le pregunta un poco mas tranquila, dejando su mano haciéndole cariñitos en el cabello, mirándolo fijamente. Tenia a Kim comiendo de su mano, y lo sabia.

-¿De verdad quieres saber?

-Dímelo todo.- Le sonríe un poco, con coquetería.

-Pues eso, que eres de acero, super linda, super guapa, traes a todo el mundo comiendo de tu mano y aun no se muy bien porque.- La miraba fijamente. -Pero preciosa, no dejes que la persona que te dio eso te lastime.- La miraba con cariño, sin soltar la mirada en ningún momento.

Lo observa y le sonríe un poco. -Gracias por apoyarme. Odio que imbéciles me hagan sentir mal o me causen esta inseguridad.- Lo mira con tristeza. -Quisiera que esto no se quedara así. Pero tengo la culpa, es la verdad.- Murmura con pena, bajando la mirada.

-¿Pero que dices? Claro que no tienes la culpa.

-¿Y si si? Siempre estoy en todo lo negativo. No quiero venganza, solo quiero hablar con la persona que hizo esa carta para pedirle disculpas por decepcionarlo tanto. Nadie merece eso.- Se notaba tan desconsolada.

-Bueno, se un poco sobre eso, pero bonita, me tienes que jurar que no se lo dirás a nadie ¿si?

Lila lo mira un poco y le sonríe con dulzura. -Te lo prometo, mi Kim.

-Se que hay personas que le confiesan secretos de las personas al tipo que escribe estas cartas. Pero todo es tan anónimo que aun no sabemos quien es, he oído que dejan las confesiones escritas en el casillero del fondo.- La miraba todo el tiempo, no le movía el piso, le movía el corazón.

-¿En el casillero del fondo?- Le mira irónica. -¿En cual de todos?- Evidentemente pensaba que Kim bromeaba

-El de hasta en fondo, los que nadie usa, debe ser el 40 y algo.

Lila le sonríe satisfecha, un poco confundida en el fondo, toma a Kim de las mejillas y le besa la mejilla. -Gracias, corazón, le pediré disculpas a este sujeto.- Lo mira con cariño y da media vuelta para empezar a caminar con prisa.

Seguía llena de rabia, pero sabia disimularlo, estaba cubierta de ira, y evidentemente no iba a pedir una disculpa, iba a amenazar y atacar si era necesario. ¿Quien era tan valiente como para meterse con Lila?