Han pasado tres años desde la muerte de Winter, tres años desde que todo se ha tornado gris en la faz de la tierra, y el cielo aún llora al invierno. La comida en el planeta ha escaseado y muchos mueren de hambre. El fuego de las chimeneas se congelan, y ni siquiera la primavera ha podido interferir. Hace dos años que hay invierno, tal como alguna vez lo dijo una antigua leyenda: "Cuando la estación más importante muera sin haber cumplido su ciclo y se enamore del verano, el mundo caerá en invierno, y cuando este pare lloverá fuego".
El silencio reina, lo único que se siente en las calles de Oslo es la nieve caer, y las ráfagas de aire que dan con fuerza a todo aquello que encuentre en su camino, algunas más bruscas que otras. Los frágiles hombres no pueden salir de sus casas, sólo los más fuertes, que intentan poder al menos darle una migaja de pan a su familia.
Las nubes danzan alrededor de todo el mundo, y el ciego deseo de los hombres por encontrar calor se vuelve cada vez más fuerte. Ni siquiera la ciencia ha podido explicar dicho fenómeno, y cuando tratan de explicarlo todo se torna nublado. Los días se vuelven noche, las tinieblas se sostienen fuertemente del mundo de los hombres, y las almas que no han podido encontrar su rumbo caminan a partir de las siete de la noche, pero los Spectrum desde hace tres años han estado dormidos.
Y bajo esa tormenta, hay una mujer y una pequeña jugando, sonriendo de oreja a oreja, como si el mundo se fuese a acabar mañana, el fuerte invierno no les ha podido impedir la salida de su hogar a jugar. La mujer se ve tan feliz junto a su hija, la ama, pero una parte de ella no está allí, está en otra parte, más allá de todo lo que puede ver.
—Zima, ¿por qué estás aquí con nuestra pequeña? —preguntó Silver, su esposo.
—Haske quería salir a jugar, no podía dejarla encerrada —respondió la mujer de cabellos negros.
—Deberían entrar, sabes que es a ti a la que buscan, los peligros acechan al mundo.
—Nada puede hacerme daño, algo me lo dice.
—No estés tan segura —el hombre acaricia el cabello de su mujer notando que la pintura ha comenzado a desvanecerse, y su verdadero tono se está revelando.
—Papi, estoy cansada —extiende los brazos la pequeña de un par de años con los ojos azules de su madre y los cabellos dorados como el sol, los cuales sus padres no saben a quién los heredó.
—¿Por qué mejor no dejas que tu abuelo te cargue? —pregunta un hombre de cabellos negros como la ceniza.
—¡Abuelo Todd! —grita la chiquilla emocionada y se lanza hacia el hombre.
—Vine a que fuéramos a dar un paseo a la playa o al bosque, ¿qué te parece?
—¡Sí, a la playa!
—No creo que sea una buena idea —interfiere el padre.
—Déjalos, Silver, mi abuelo nunca pondría a mi hija en peligro —posa la mano en el hombro de su cónyuge —. Abrígala bien, abuelo, tal vez el frío le haga daño.
Todd está leyendo un antiguo libro, de los tiempos de Cristo para ser exactos; con un ojo lee y con el otro observa a Haske, que dibuja en la arena invadida de nieve un enorme corazón. El hombre siente curiosidad, así que se acerca a ella:
—¿Qué estás haciendo, mi pequeña?
—Un corazón, el de mi mami —sonríe enormemente.
—Tu madre ha de tener un gran corazón.
—Sí, muy grande, como el mundo —abre sus brazos para intentar hacer el mundo con ellos. Haske acerca su mano por el contorno del corazón y éste se derrite, causándole una sonrisa a Todd.
***
Tres años exactos se han cumplido desde la muerte de Winter, la escuela se ha vestido de negro a recordar a la chica de blanco, recordando todos ellos cómo era sus vidas cuando ella estaba. Sólo ha pasado unas cuantas horas desde que Summer salió de su habitación para invitar a sus amigos al campus a platicar un poco, hay algo importante para decir, aunque en su mente hay otra cosa, pidiendo a los cielos que dicha desgracia sólo sea un sueño. Akku está llorando, pero su orgullo no permite que Spring se le acerque; Aqua Marina consuela a Travis; los padres de Spring piden a su hija que sea más fuerte; Autumn está siendo consolado por Aurave, la chica que controla en viento; y el padre de Winter está siendo consolado por la directora Green y su suegra. La reina Aurora no se ha dignado en aparecer, está en su oficina dando gritos ahogados, echándose la culpa por todo lo que pasó, odiándose a sí misma, pero no arrepintiéndose de haber separado a su hija del verano.
Cada que la reina veía a Summer, le lanzaba una indirecta, queriendo decirle que por su culpa su hija estaba muerta. Al igual que se la pasa culpando a su ex esposo por lo sucedido, por haber criado a una hija tan caprichosa, además también culpándolo de que Akku tampoco le dirigiese la palabra, quién sabe cuantas cosas el rey no habría hablado a su hijo para que éste estuviese en su contra.
—Puede que esta sea la última vez que nos volvamos a ver —hace saber a todos a su alrededor —. Luego de estos tres largos años he decidido partir...—suspira —nada puede devolverme a Winter o a mi hija, y nada queda, ni siquiera hay rastro de Skotadi o los Spectrum, es como si se hubiesen muerto junto con ellas.
—No puedes irte, Summer, aún no estamos seguros, correrás peligro —dice Aqua.
—Ella tiene razón —apoya Travis a su novia mientras se seca las lágrimas.
—Lo siento chicos, pero ya no queda nada, los buenos recuerdos que conservaba de este lugar se han vuelto sombríos y mi mente me hace sentirla a ella.
—Es el efecto de la culpa —dice Autumn, haciendo sentir mal a Summer —. Ella ha muerto por tu culpa, estúpido veraniego. Debiste haber sido tú y esa pequeña bastarda quienes debieron de haber muerto.
—No te permito que hables de North o de Summer así —se mete Spring.
—No recibo órdenes de zorras —espeta. Spring al escucharlo le da una bofetada.
—No vuelvas a llamarla zorra —dice entre dientes el hermano del invierno muerto. Los ojos de Akku se vuelven blanco —. Vuelves a hacerlo y tampoco habrá otoño.
—Idiota —susurra Autumn pero Akku logra escucharlo.
—Tu puta madre.
—Ya basta, chicos —dice Summer.
—¿Es éste nuestro último adiós? —pregunta Spring.
—Sí —responde y le da un fuerte abrazo a su amiga.
Todos se han despedido de Summer, a excepción de Autumn que permanece de pie, mirándolo con odio.
—Rezaré por ustedes.
—Nosotros por ti —sonríe Aqua —. Espero que encuentres lo que buscas, y tal vez una mujer, estoy segura que es lo que Winter hubiese querido.
—Eso espero —nadie podría parecerse a ella. Pensó.
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Summer
Fantasía[Continuación de Winter, libro #2] Es muy necesario leer el primer libro para entender.