Capítulo 7

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Pronto llegarían el resto de los chicos al estudio, donde hablarían de los detalles sobre su próxima presentación. Louis y Harry habían llegado antes al edificio de Modest, y como sucedía cuando estaban solos, una cosa había llevado a la otra y cada uno tenía una carpa en su propio pantalón.

—Traje un condón y lubricante —dijo Harry sobre el cuello de Louis, sus labios sobre su piel y el aliento caliente exhalado sobre ella le hicieron estremecerse levemente.

—Eres un pervertido, lo tenías todo planeado —acusó Louis, apartándolo suavemente, fingiendo estar escandalizado —. Yo también traje lo mismo — acotó luego, soltando una carcajada al final.

Harry también rio, lo miró para hablarle con una divertida sonrisa en los labios.

—Parece que los dos pensamos en lo mismo —Harry sacó su celular del bolsillo trasero de su pantalón y lo miró—. En quince minutos llegan los chicos ¿crees que tengamos tiempo?

— Claro... ¿pero por qué soy yo el que está contra la pared? — cuestionó Louis con el ceño fruncido, mientras Harry hablaba lo había acomodado en aquella posición.

— Te toca.

—No es cierto —se quejó, pero Harry ya lo tenía apresado por ambas muñecas —. Oye.

Harry comenzó a refregar su dureza en su trasero, simulando embestidas. Había entrado en ese estado, en el que sus ojos se encontraban nublados y oscurecidos por la lujuria. Lo tomó por el rostro para besarlo, y entonces Louis mordió su labio inferior, fuertemente.

— ¡Auch! —Harry se alejó, mirándolo incrédulo, mientras colocaba sus dedos sobre la zona lastimada y luego se los observaba para ver si había sangre.

—Te lo mereces —dijo, sin culpa alguna —. No te mordí tan fuerte, no seas un bebé llorón.

Louis se acercó a Harry, guiándolo hasta el sillón blanco ubicado en la esquina de la sala, donde pudo recostarlo.

— Date la vuelta bebé.

— Hum... ¿y si no quiero? —Harry soltó una risita tonta.

— Hazz, no tenemos tiempo —casi berrinchó Louis.

—Entonces será mejor que comiences a montarme —retrucó el mencionado.

Louis blanqueó los ojos.

—¿Qué clase de bestia he despertado? —se quejó teatralmente —. Es por esto que no debía dejar que me la metas ¿Ahora qué? Se ha alterado el orden natural de las cosas.

Harry negó con la cabeza sonriendo. Se incorporó en el asiento, y jaló a Louis hacia él mismo, quien se acomodó en su regazo con ambas piernas a los costados de su cuerpo.

En aquella posición comenzaron a besarse, ambas lenguas batallaban por ser la que llevara el ritmo. El beso se volvió ansioso y brusco.

Para cuando se separaron, ambos respiraban agitadamente. Louis bajó su mano hasta la cremallera de Harry, liberando su miembro de su ropa interior.

—No va a quedar de otra —Louis hizo una mueca, expresando que debían conformarse con aquello.

Harry también hizo lo suyo con Louis. Ambos jadearon cuando los dos pedazos de carne calientes y duros hicieron contacto.

—¿Me concede esta pieza, señor Styles? — bromeó Louis, tomando el miembro de Harry con su mano.

— Con mucho gusto— respondió, tomando el miembro contrario.

Ambas manos comenzaron a moverse de arriba hacia abajo sobre la extensión del otro, mientras se sostenían la mirada con intensidad. Podían ver su propio reflejo en las pupilas dilatadas del otro.

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