Primer prefacio italiano (autobiográfico) traducido del Getty:
Yo, Fiore el Friuliano, nacido en Cividale D'Austria, era el hijo de sir Benedetto de la orden noble de los caballeros libres de Premariacco, en la diócesis del Patriarcado de Aquileia.
Desde joven deseaba aprender combates armados, incluyendo el arte de luchar en las listas con lanza, hacha, espada, puñal y lucha desarmada, a pie o a caballo, con armadura o sin ella.
Además quería estudiar cómo se hacían las armas, y las características de cada arma tanto para el ataque como para la defensa, sobre todo cuando se aplicaban al combate mortal.
También deseé aprender los maravillosos secretos de este arte conocido solo por muy pocos hombres en este mundo.
Y estos secretos os darán dominio del ataque y la defensa, y os harán invencible, porque la victoria viene fácilmente a un hombre que tiene la habilidad y la maestría descritas arriba.
Aprendí estas habilidades de muchos maestros alemanes e italianos y sus estudiantes mayores, en muchas provincias y muchas ciudades, a gran costo personal y gastos.
Y por la gracia de Dios también adquirí tanto conocimiento en las cortes de nobles, príncipes, duques, marqueses, condes, caballeros y escuderos, que cada vez más me pedían enseñar. Mis servicios fueron solicitados muchas veces por nobles, caballeros y sus escuderos, que querían que yo les enseñara el arte del combate armado tanto para pelear en la barrera como para el combate mortal. Y así enseñé este arte a muchos italianos y alemanes y otros nobles que se vieron obligados a pelear en la barrera, así como a numerosos nobles que no compitieron realmente.
De estos y de otros a quienes yo, Fiore, he enseñado, estoy muy orgulloso, porque he sido bien recompensado, además de haber ganado el respeto y el afecto de mis estudiantes y también de sus familiares.
Además, debo deciros que siempre enseñé este arte en secreto, así que nadie estaba presente en mis clases, excepto el estudiante y, a veces, algún familiar cercano, y si había alguien más por mi gracia o favor, les permití mirar después de jurar un sagrado juramento de secreto, jurando por su fe no revelar ninguna de las técnicas que me vieron a mí, Maestro Fiore, mostrar.
Más que nadie, fui cuidadoso con otros Maestros de Armas y sus estudiantes. Y algunos de estos Maestros que me envidiaron me desafiaron a luchar con espadas afiladas y puntiagudas, solo con una chaqueta acolchada y sin otra armadura que no fuera un par de guantes de cuero; y esto sucedió porque me negué a practicar con ellos o enseñarles nada de mi arte.
Y me vi obligado a pelear cinco veces de esta manera. Y cinco veces, por mi honor, tuve que luchar en lugares desconocidos, sin parientes y sin amigos que me apoyaran, sin confiar en nadie más que en Dios, en mi arte, en mí mismo y en mi espada. Y por la gracia de Dios, me absolvió honrosamente y sin daño alguno.
Les digo a mis estudiantes que tienen que luchar en la barrera que luchar en la barrera es significativamente menos peligroso que luchar con espadas afiladas y chaquetas acolchadas, porque cuando se lucha con espadas afiladas, si no se puede cubrir un solo golpe probablemente morirá.
Por otro lado, si lucháis en la barrera y estáis bien blindado, podéis tomar muchos golpes, pero podéis ganar la pelea. Y aquí hay otro hecho: en la barrera es raro que alguien muera por haber sido golpeado. Por lo que a mí respecta, y como he explicado anteriormente, preferiría luchar tres veces en la barrera antes que una sola vez en un duelo con espadas afiladas.
Ahora debo añadir que un hombre puede luchar en la barrera bien blindado, con conocimiento del arte del combate, y puede tener todas las ventajas posibles de tener, pero si carece de valor puede también dirigirse a un suicidio. Habiendo dicho esto, que por la gracia de Dios ninguno de mis estudiantes ha perdido jamás en la barrera. Por el contrario, siempre se han absuelto honorablemente.
También debo señalar que los nobles caballeros y escuderos a quienes mostré mi arte de combate han estado muy satisfechos con mi enseñanza y nunca han deseado otro instructor que no fuera yo.
Además, permitdme deciros que ninguno de mis estudiantes ha tenido nunca un libro sobre el arte del combate, a excepción de Galeazzo da Mantova. Y lo puso bien cuando dijo que sin libros no se puede ser un buen maestro o un buen estudiante de este arte. Y puedo confirmar que es cierto, que este arte es tan vasto que no hay nadie en el mundo con un recuerdo lo suficientemente grande como para poder retener incluso una cuarta parte de él. Y también debe señalarse que un hombre que conoce no más de una cuarta parte del arte no tiene derecho a llamarse Maestro.
Ahora yo, Fiore, aunque puedo leer, escribir y dibujar, y aunque tengo libros sobre este arte y lo he estudiado durante 40 años y más, no me considero ser un Maestro perfecto en este arte, (aunque estoy considerado así por algunos de los nobles que han sido mis estudiantes). Pero diré esto: si en vez de estudiar el Arte del Combate Armado durante 40 años, hubiera pasado 40 años estudiando leyes, decretos papales y medicina, entonces sería clasificado como Doctor en las tres disciplinas. Y también debéis saber que para estudiar la ciencia de las armas he soportado grandes dificultades, he gastado un gran esfuerzo y he incurrido en grandes gastos, todo para ser un estudiante perfecto de este arte.
Es mi opinión que en este arte hay pocos hombres en el mundo que realmente pueden llamarse Maestros, y es mi objetivo ser recordado como uno de ellos. Para ello he creado este libro sobre todo este arte marcial y las cosas relacionadas con él, incluyendo las armas, sus aplicaciones, y otros aspectos también. Haciendo esto, he seguido las instrucciones que me ha dado el noble que más respeto, que es más grande en virtud marcial que cualquier otro que conozco, y que merezca más mi libro por su nobleza que cualquier otro noble que haya podido jamás, a saber, el ilustre y excelente noble, el todopoderoso príncipe, Sir NICCOLO, Marqués de Este, Señor de las nobles ciudades de Ferrara, Módena, Reggio, Parma y otros, a quien Dios conceda larga vida y futuro, y prosperidad y victoria sobre todos sus enemigos. AMÉN.
Nota: No se ha traducido todo el prefacio por ser demasiado largo, solo hemos subido lo que a nuestro juicio resultaba más interesante. Si alguien tiene curiosidad por el resto, puede pedirlo y se lo facilitaremos.
ESTÁS LEYENDO
Guía para el combate histórico
Não FicçãoAnálisis de una recopilación de manuales de combate de época medieval y moderna.