Chica Problema

Prólogo

Vuelvo a buscar en mi bolso, más no logro encontrar lo que busco. Suelto un gruñido de desesperación y continúo buscando.

El brassier que busco, no aparece por ningún lado. Y listo, no me queda otra opción, me pongo el que encuentro, que consiste en unos conos plateados.

¿Se preguntan por qué me pongo ésto?, les cuento.

Desde que tengo memoria, siempre me ha gustado actuar. Es lo que quiero hacer y lo que haré.

Mi vestuario consistía, en un brassier negro con un beso grande y rojo cada uno, ésto sobre una malla de cuerpo completo con agujeros en mis senos para el brassier. Pero ya que éste no aparece, me pongo el de los conos.

La obra en la que estoy actuando, es una especie de obra “religiosa”, yo soy un demonio, por eso mi vestuario provocativo.

Salgo al escenario y luego de decir unas cortas palabras, tomo la espada que está sobre un pedestal y se la entrego a un chico el cual interpreta a el “diablo”. De los bordes del escenario hay unas llamas de fuego que salen de desde abajo.

Luego de entregarle la espada a mi compañero, veo que éste me mira con los ojos saliéndose de sus órbitas, entonces grita:

—¡Las tetas! ¡Las tetas!

Bajo la mirada y veo que uno de los conos de mi brassier, se prendió en fuego con las llamas que decoran el escenario.

Reacciono enseguida y tiro de una cuerda de mi brassier y me lo quito de inmediato. Luego escucho todo el silencio que se oye al yo hacer eso, entonces me doy cuenta.

¡Maldita sea! ¡La malla de cuerpo completo, tiene agujeros en los senos! ¡Estoy desnuda sobre el escenario!

Cubro con mi brazo mis senos rápidamente, y luego el alboroto se vuelve a hacer audible. Estaba a punto de irme del escenario, cuando, a lo lejos, veo a Sara Young usando el brassier que tanto busqué anteriormentre.

Bajo del escenario llena de rencor, rabia y vergüenza. Si esa perra no hubiera robado mi brassier, no me hubiera incendiado y todo abría salido bien, ¡Todo es su maldita culpa!

Me cambio junto con mis compañeros de la obra mientras en el escenario, arreglan todo el desastre y desalojan a las personas. La verdad sólo quiero irme de este lugar.

Vamos caminando, la verdad no nos hemos alejado nada del teatro. En ese momento, vemos a una multitud de chicos reunidos en un círculo.

Nos abrimos paso y al llegar al centro de atención, vemos a la asquerosa de Sara Young, exhibiéndose como la perra que es, y sí, usando mi brassier.

La rabia que previamente se había ido de mi cuerpo, vuelve de un segundo a otro. Me acerco a ella amenazante, mientras un chico babeante por sacarle mi brassier se la come con la mirada, ella sólo me mira acercarme sin demostrar nada de miedo, o arrepentimiento.

—¿Qué haces con mi brassier, pendeja? —. Le escupo en la cara.

—Lo siento, linda —. Dice ésta cruzándose de brazos —. ¿Éste bonita brassier que encontré y supo que era perfecto para mí? Pues lo tomé de los vestidores —. Dice sarcástica.

—Pues es mío, ¿Eh, cómo ves? —. Le digo cruzándome también de brazos y acercando mi rostro al de ella de manera amenazante.

—Pues lo tomé, idiota, ¿Eh, cómo ves? —. Me escupió aquella palabras, aumentando más mi euforia.

—Quítatelo, ahora, zorra —. Dije conteniéndome de abofetearla.

—¿Y si no qué? —. Dijo dando un paso acercándose a mí.